Continúan las movilizaciones populares para recuperar la democracia y derrotar el autoritarismo y el fujimorismo.
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Este sábado, la Plaza Dos de Mayo (en la capital peruana, Lima) y otros espacios a lo largo de ese país suramericano fueron escenarios de nuevas movilizaciones contra el Gobierno de la mandataria designada Dina Boluarte y el Congreso peruano.
Foto:@caidaalnacer
También demandan la liberación del expresidente Pedro Castillo, electo por voto de las mayorías y encerrado desde en una prisión de Lima desde diciembre pasado, luego de un golpe parlamentario en su contra.
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A Lima han llegado combativas delegaciones de todas las provincias. Sobresale la presencia de delegados de comunidades originarias, en particular de mujeres aymaras que se movilizan para dejar atrás un país marcado por la pobreza, la desigualdad y la exclusión secular.
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Los rostros de Juliaca, Puno, Cusco... Los manifestantes recuerdan que el Gobierno de Boluarte es responsable de la muerte de cerca de 70 civiles que solo reclamaron su derecho a vivir en un país sin exclusiones y que encarne las aspiraciones de las grandes mayorías.
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Al igual que en ocasiones anteriores, este sábado las valientes mujeres aymaras pagaron caro el precio de marchar en primera línea contra la dictadura de Boluarte y recibieron en sus cuerpos la huella de la represión.
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Los manifestantes reclaman un país con derechos y oportunidades para todos, no para una minoría vinculada a los grandes grupos económicos y financieros, corruptao y deseosa de mantener a toda costa sus privilegios.
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La Defensoría y otros grupos que velan por el ejercicio de los derechos humanos han constatado numerosas violaciones en ese campo durante las protestas. Sus organizadores han subrayado que estas no terminarán hasta que el Gobierno y el Congreso actuales no se hagan a un lado.
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