El 2024 ha sido un año especialmente difícil para Haití, con un contexto de inseguridad, masacres y crisis humanitaria que afecta a cerca de 6 millones de personas. En medio de ese panorama, las celebraciones navideñas se ven eclipsadas por las luchas diarias para sobrevivir.

La navidad en Haití se celebra este año en medio de una grave crisis de violencia y una nueva ola de enfrentamientos entre grupos armados que han sumido al país en un clima de inseguridad generalizada. Cerca de cerca de 6 millones de haitianos han pasado hambre a lo largo del año, mientras que al menos 800.000 se han desplazado huyendo de la violencia.

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Este martes, integrantes de la coalición armada Vivre Ensemble (Vivir Junto) atacaron el principal hospital público de Puerto Príncipe, ubicado en el centro de la ciudad, donde al menos dos periodistas y un policía fueron asesinados.

A través de un comunicado, el Gobierno haitiano condenó los hechos: “este acto odioso, dirigido contra una institución dedicada a la salud y a la vida, constituye un ataque inaceptable contra los fundamentos mismos de nuestra sociedad».

Asimismo, reafirmó su compromiso de restablecer el orden y llevar ante la justicia a los responsables de ese crimen.

En ese sentido, expresó: «ante esta barbarie, el Gobierno reitera su compromiso inquebrantable de restablecer el orden y llevar ante la justicia a los autores de este crimen”.

En los últimos meses el gobierno ha inaugurado al menos dos nuevas bases militares con el objetivo de fortalecer el trabajo de la Policía nacional y colaborar con la labor de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMSS) llegada al país en el mes de junio del presente.

Los eventos climatológicos han ocasionado desastres

A la situación de la violencia, se suman los estragos provocados por las fuertes lluvias que azotaron al menos cuatro departamentos del país: Noroeste, Grand’Anse, Nippes y Norte.

De acuerdo con un informe emitido por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres, las intensas precipitaciones han dejado 13 muertos, 15 heridos, un desaparecido, 501 casas destruidas y 16.515 viviendas inundadas.

Además, las lluvias han dañado tramos clave de carreteras y han provocado el aumento de enfermedades transmitidas por los vectores y el agua contaminada, especialmente en zonas como Port-de-Paix y Grand’Anse.

«El resurgimiento de enfermedades transmitidas por vectores y por el agua también se observan en Grand’Anse, que sufre lluvias persistentes desde hace dos meses», señala el documento.

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