El Tribunal Supremo de Ruanda condenó este sábado al profesor Emmanuel Mbarushimana a cadena perpetua por crímenes cometidos durante el genocidio de 1994, en el que murieron al menos 800.000 personas en cien días, informaron medios locales.
El organismo judicial acusó a Mbarushimana de complicidad, conspiración asesinato y exterminio, y lo culpó de estar detrás del establecimiento de dos controles de carretera en la provincia Sur, en el distrito actual de Gisagara, en el que fallecieron cientos de tutsis y del cual Mbarushimana era inspector de las escuelas en el área.
Asimismo, la Fiscalía sostuvo que fue uno de los líderes que organizaron y ejecutaron un ataque contra tutsis en las colinas de Kibuye, en el suroeste de Ruanda.
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Mbarushimana fue extraditado por Dinamarca en 2014 para ser juzgado por el sistema judicial de Ruanda, algo que el ruandés apeló al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Francia, alegando que no tendría un juicio justo en Ruanda.
El acusado fue el segundo sospechoso de genocidio extraditado desde Europa, después de Charles Bandora, que llegó desde Noruega en 2013.