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La justicia de Chile abrió una investigación contra exmiembros de la Fuerza Aérea chilena acusados de torturar a otros funcionarios de la institución tras el golpe de Estado en 1973, luego de una recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El juez especializado en casos de Derechos Humanos durante la dictadura, Mario Carroza, es quien lidera la investigación, según confirmó una fuente de la justicia de ese país.
Unos 12 exoficiales de la Fuerza Aérea afirmaron haber sido torturados por sus compañeros de armas luego del golpe de Estado al presidente constitucional Salvador Allende y la imposición de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Las declaraciones de los oficiales fueron utilizadas para acusarlos de sedición y traición a la patria.
El general Alberto Bachelet -padre de la actual presidenta chilena-, fue uno de los militares torturados por la dictadura. Fue hecho preso y acusado de traición por mantenerse firme a la constitución y al Gobierno legítimo. Finalmente, lo torturaron hasta la muerte en 1974.
Los militares torturados recurrieron a la Corte Suprema de Chile hace 13 años para anular el dictamen de la justicia militar en su contra.
Sin embargo, los exmilitares recurrieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) luego de la negativa de la Corte Suprema que recomendó en noviembre a Chile investigar los hechos. Ante la falta de respuesta, la CIDH resolvió enviar en abril un expediente por denegación de justicia a la Corte Interamericana (CorteIDH).
La CIDH consideró que el estado chileno no cumplió "su obligación de ofrecer un recurso efectivo" a las víctimas para dejar sin efecto un proceso penal que tomó en cuenta pruebas obtenidas bajo tortura.
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