El presidente de República Dominicana, Danilo Medina, instó este miércoles a los mandatarios presentes en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a fomentar la paz, el desarrollo y convertir la salud y educación en un derecho para todos los ciudadanos.
Señaló que en la actualidad hay importantes retos como los violentos desafíos externos, donde Oriente Medio es nuevamente escenario de guerras por “individuos que buscan consolidar su poder”. Condenó los ataques y subrayó que "siempre habrá alguien que no le importe sacrificar los intereses de los pueblos", sin embargo, dijo que la esperanza debe continuar.
Medina aseveró que los problemas económicos son otra prioridad, debido a que éstos "se tradujeron en decenas de desempleados y en profundos recortes de beneficios”. También dijo que observó que "mientras los países desarrollados adoptaron medidas de austeridad, los programas sociales proliferaron en diferentes rincones del planeta, mitigando la desigualdad".
Aseguró que “la economía no es una prisión y puede ser una herramienta para mejorar la vida de las personas” y subrayó que en República Dominicana están "dando paso firme en la lucha contra la pobreza y la desigualdad".
Reveló que su país adelanta diálogos con Haití, los cuales calificó de históricos. "En ambas naciones hay millones personas que quieren más educación, salud, seguridad, y mejores trabajos", por lo cual ambas naciones están llegando a acuerdos en cada una de esas áreas. "Hemos logrado en pocos meses lo que no habíamos logrado en décadas".
Aseguró que Haití está haciendo esfuerzos por proveer a sus habitantes con documentos de identificación, pero sus recursos técnicos son limitados. Llamó a la comunidad internacional a brindarles su ayuda: “Es el momento para pasar de las palabras a los hechos, por favor ayuden a Haití, ayúdenles a documentar a su gente tanto en su territorio como en el nuestro”.
Historial de confrontaciones en la isla
Desde la dominación colonial, las relaciones entre Haití y República Dominicana han estado marcadas por el conflicto y perturbaciones políticas, que distorsionaron los objetivos de paz y amistad entre los dos países vecinos.
El principal problema entre las naciones se produjo cuando el Tribunal Constitucional de la República Dominicana dictó una sentencia que establecía que los hijos de extranjeros nacidos después de 1929, no tenían nacionalidad dominicana.