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Combatientes kurdos-iraquíes llegaron este jueves a la frontera turcosiria con el objetivo de llegar a la ciudad de Kobane para apoyar a sus compañeros de armas en la guerra contra el autodenominado Estado Islámico, quienes mantienen bajo asedio la ciudad al norte de Siria desde hace seis semanas.
La acción del Ejecutivo turco obtuvo el rechazo de Damasco, que denunció "una violación flagrante de la soberanía siria", luego de haber acusado durante largo tiempo a Ankara de apoyar a los mercenarios del Ejército Libre Sirio que busca derrocar a Bashar al Assad.
El paso de los denominados “peshmergas” fue autorizado por Turquía dada la presión del Gobierno de Estados Unidos.
Unos 40 vehículos que transportaban a los refuerzos de peshmergas fuertemente armados llegaron antes de la madrugada a la ciudad turca de Suruç, a unos 10 km de la frontera, donde se unieron a otro contingente que llegó poco antes por vía aérea desde el Kurdistán iraquí.
Los combatientes "peshmergas" -unos 150 en total según los medios turcos- se encontraban cerca del mediodía en un depósito situado en el límite de Suruç, vigilado por las fuerzas de seguridad turcas, según reportó AFP.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que los "peshmergas" constituyeron una sala de operaciones conjunta con las Unidades de Protección del Pueblo, milicias kurdo-sirias, para coordinarse en la batalla.
Esto fue negado por uno de los responsables de la defensa de Kobani, Esmat Sheij Hasan, explicando que un grupo de entre diez o doce entraron esta mañana para estudiar la situación sobre el terreno e informarse de primera mano.
Vea la llegada de los kurdos-iraquíes y el rechazo del Gobierno de Siria
