Congreso brasileño votará ley sobre plaguicidas agrícolas

El congreso de Brasil tiene previsto votar este miércoles el proyecto de ley sobre plaguicidas agrícolas, dirigido a flexibilizar lo legislado para el empleo de dichas sustancias, así como abrir el mercado a otras nuevas.

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Además, según expresan los que impulsan el proyecto, significaría modernizar la ley vigente sobre esta cuestión, así como incorporar medidas que reduzcan los precios en el sector y contribuyan a eliminar la burocracia.

Impulsado por una comisión especial en su mayoría compuesta por diputados afines a la agroindustria la ley, calificada por la oposición como “paquete veneno” por su posible impacto ambiental negativo, prevé transformar al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento en el principal organismo responsable del registro de plaguicidas.

Así como establecer un registro eterno de plaguicidas para que, una vez liberados los químicos, estos no puedan ser suspendidos, aun comprobándose su elevado carácter nocivo; y allanando la entrada de agrotóxicos en masa, incluidos muchos cancerígenos y prohibidos en países europeos.  

Actualmente, ese registro pasa por Ibama, Anvisa y MAPA, entidades que de aprobarse la ley solo podrían evaluar o aprobar evaluaciones, por lo que disminuirían considerablemente su capacidad reglamentaria.

En tal sentido, la integrante del Grupo Temático Salud y Medio Ambiente de la Abrasco y toxicóloga de la Fiocruz, Karen Friedrich, advirtió que “tenemos un Gobierno federal y una legislatura que no se preocupan por la salud y el medio ambiente, desmantelando y persiguiendo a ambientalistas, líderes de pueblos y comunidades tradicionales e incluso organismos de inspección”.

Al tiempo que advirtió que la aprobación del proyecto veneno devendría en un desastre sin precedentes para la historia de la nación que en 2021 vio imponerse un nuevo récord en la liberación para uso comercial de plaguicidas, alcanzando la cifra récord de 550 agrotóxicos en circulación, según datos aportados por el Ministerio de Agricultura.

Tendencia ascendente evidenciada desde el 2016 y tras la destitución de la entonces presidenta Dilma Roussef, pues ese mismo año se lanzaron 277 productos; otros 404 nuevos venenos al año siguiente; y 449 en 2018.

Durante la gestión del actual mandatario Jair Bolsonaro los números han continuado en ascenso, pues en 2019 se liberaron 474 plaguicidas, y en el 2020 este dígito se elevó a 493, muestra de la indulgencia de la actual administración con este fenómeno.  

Ante esta problemática establecida como prioridad por el Ejecutivo para 2022, instituciones científicas y de la sociedad civil proponen la implementación y ejecución de la Política Nacional de Agroecología y Producción Orgánica (Pnapo), y la Política Nacional de Reducción de Plaguicidas (Pnara), en aras de producir alimentos saludables y preservar el medio ambiente.

Pnara propone finalizar los subsidios y beneficios fiscales para el uso de pesticidas, su evaluación periódica cada diez años; e incentivar las compras gubernamentales de alimentos provenientes de sistemas de producción sin pesticidas, orgánicos o agroecológicos.