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La política de puertas abiertas promovida por el gobierno mexicano a inicios de 2019 provocó que personas de Asia y África intentaran llegar a EE.UU. por México.
El flujo migratorio México-Estados Unidos (EE-.UU.)descendió un 36.2 por ciento después del acuerdo del 7 de junio en Washington, dio a conocer el canciller mexicano Marcelo Ebrard en conferencia de prensa en la capital de su país.
El ministro de exteriores sostuvo una reunión el domingo pasado con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, cuyo tema principal fue la evaluación de los acuerdos sobre aranceles y migración.
Durante la cita, México reiteró que seguirá aplicando una estrategia conforme a su ley, lo cual incluye el despliegue de la Guardia Nacional y las demás acciones que llevan a la reducción en el flujo de extranjeros.
Por su parte, Pompeo dijo que Estados Unidos respeta esos criterios y reconoce los avances, por lo que volverán a encontrarse en Washington en 45 días, a partir de la visita del domingo, refirió Ebrard.
Ebrard explicó en el encuentro con los periodistas que, por primera vez, las repatriaciones de mexicanos son menos que el número de connacionales con visas de trabajo y que “planteamos que sean devueltos por vía aérea a Ciudad de México, y no por tierra en los puntos fronterizos”.
Sin embargo, el aumento de presencia de las fuerzas de seguridad en las calles de México también ha hecho crecer las solicitudes de asilo, pues gran cantidad de extranjeros busca la condición de refugiado para evitar la deportación, refirió Conrado Zepeda, del Servicio Jesuita a Migrantes, al diario español El País.
La política de puertas abiertas promovida por el gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a inicios de 2019 provocó que muchas personas de países asiáticos y africanos pensaran en llegar a Estados Unidos a través de un México con pocas restricciones.
Entre abril y mayo pasados, Estados Unidos reportó un aumento en las aprehensiones del 34 por ciento, pasando de 99 mil 290 a 132 mil 880.
También la proporción de mujeres y niños sufrió un importante aumento: mientras el flujo de hombres en los primeros cinco meses del año se incrementó en un 15 por ciento, el de los niños lo hizo en un 81 y el de mujeres en un 88 por ciento.
Estos datos se reflejaron en el pico de arrestos a familias y niños no acompañados reportado por las autoridades estadounidenses en mayo.
