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"Es una idea costosa, estúpida y poco amigable con el medio ambiente que, cuando sea necesario, probablemente no funcionará", dijo en su cuenta en Twitter.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se pronunció este domingo contra el polémico proyecto que propone construir una gigantesca barrera marina que proteja a Nueva York de posibles inundaciones, causadas por el cambio climático.
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"Un enorme muro marino de 200.000 millones de dólares, construido alrededor de Nueva York para protegerla de raras tormentas es una idea costosa, estúpida y poco amigable con el medio ambiente que, cuando sea necesario, probablemente no funcionará", de esa manera desprestigió la propuesta el mandatario de Estados Unidos (EE.UU.), por medio de su cuenta oficial en Twitter.
Además, el presidente Trump, que se considera a sí mismo "un ambientalista, aunque mucha gente no lo entiende", declaró en ese canal que "se verá horrible. Lo siento, pero ¡simplemente tendrán que preparar sus fregonas y cubos!".
A massive 200 Billion Dollar Sea Wall, built around New York to protect it from rare storms, is a costly, foolish & environmentally unfriendly idea that, when needed, probably won’t work anyway. It will also look terrible. Sorry, you’ll just have to get your mops & buckets ready!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 18, 2020
Con un costo estimado en 119.000 millones de dólares, el ambicioso plan presentado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (EE.UU.), tardaría unos 25 años en ser terminado.
La propuesta es construir un muro de casi 10 kilómetros de largo dotada de un sistema de compuertas que permitiría controlar el nivel del agua a las afueras de la Gran Manzana y protegería a millones de personas en caso de desastre natural.
Ésta es una de las cinco opciones sometidas a consideración para proteger el área de la Gran Manzana del aumento del nivel del agua a medida que las tormentas se vuelven más frecuentes y destructivas.
Mientras los activistas locales la consideran el mejor sistema de protección sin perder el acceso directo al mar, algunos expertos sostienen que sería inoperante antes inundaciones por mareas altas y exacerbaría los problemas del alcantarillado neoyorquino, que cuando se ve superado lleva las aguas residuales a la bahía y los ríos.
