España acuerda mesa para la reconstrucción tras Covid-19

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Pablo Casado, acordaron este lunes que el pacto para la reconstrucción económica y social tras el coronavirus se negocie en una comisión parlamentaria.

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Ambos líderes políticos llegaron a un acuerdo para crear una comisión en el Congreso de los Diputados para abordar la posibilidad de alcanzar pactos de Estado para cimentar la reconstrucción socioeconómica del país tras el Covid-19.

Fuentes del opositor Partido Popular (PP) y del Ejecutivo indicaron que Sánchez aceptó la propuesta de Casado, de convertir su mesa de reconstrucción en una comisión parlamentaria de nueva creación para lograr que los populares acepten participar.

El Gobierno había planteado al principio un documento metodológico con la mesa y cuatro grupos de trabajo con el objetivo de llegar al pacto en julio, y que ahora modificará para incluir el acuerdo de Sánchez y Casado.

Tras el encuentro con el líder de la oposición, vía teleconferencia para mantener las disposiciones de aislamiento social por la pandemia de Covid-19, desde el Gobierno se confirma que se accede a que el formato de buscar el acuerdo en una comisión parlamentaria como quería el PP.

El presidente del Gobierno "considera positiva" la propuesta de Pablo Casado de establecer este foro en sede parlamentaria y no en espacios paralelos, indicaron fuentes de la Moncloa.

Sánchez destacó en su propuesta para crear "una Mesa para la Reconstrucción Social y Económica del país" que incluya a todas las formaciones políticas con representación parlamentaria.

Los principales ejes en torno al plan de reconstrucción serán sobre nuevas medidas sanitarias, económicas-financieras y de "libertades democráticas".

La mesa buscará "pactos que deberían aunar el criterio de las fuerzas políticas para fijar las grandes líneas de la reconstrucción social y económica del país para los próximos años".

Pese a que finalmente se conformará el foro de discusión, los principales partidos de la oposición son escépticos sobre la utilidad de este espacio de diálogo.