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La protesta fue originada por un nuevo caso de violencia policial acontecido el domingo último en las afueras de Atenas, la capital.

La protesta fue originada por un nuevo caso de violencia policial acontecido el domingo último en las afueras de Atenas, la capital. | Foto: EFE

Publicado 10 marzo 2021



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La tensión crece en Grecia tras una noche de altercados y violencia en una protesta justo por la brutalidad policial.

Una protesta contra la violencia policial la noche del martes en la capital griega, Atenas, derivó en represión por parte de los cuerpos de seguridad locales, en medio de una batalla campal que se saldó, hasta ahora, con varios heridos.

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La protesta, la cual comenzó de forma pacífica en el suburbio de Nea Smyrni con al menos 5.000 personas según la Policía, derivó en altercados cuando varios cientos se dirigieron a la comisaria más cercana, donde lanzaron cócteles molotov, bengalas, piedras y otros objetos a los agentes que vigilaban el edificio.

La manifestación tuvo como lema la frase "¡Me duele!", el grito que un joven lanzó de manera repetida el pasado domingo mientras era agredido por un agente policial y fue la respuesta ciudadana a este ataque indiscriminado y a la actitud represora de la Policía, ensalzada en los últimos días.

Refiere que el domingo último unos agentes multaron sin motivo a dos familias con niños que paseaban en Nea Smyrni, acusándoles de violar con ello las medidas de confinamiento contra la Covid-19, a pesar de que llevaban mascarilla y habían enviado el mensaje de texto obligatorio, en Grecia al salir a la calle.

Vecinos que vieron lo que estaba ocurriendo protestaron y los agentes les agredieron con porras. Uno de los vídeos tomados por testigos del ataque muestra a un agente utilizando una porra plegable metálica, prohibida en Grecia.

La protesta de este martes fue contestada por la Policía con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y cañones de agua y hasta el momento 16 personas han sido detenidas.

Tras los sucesos, el primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis, en un mensaje al pueblo pidió "autocontrol y compostura" y que las protestas de la víspera sirvan de "llamada de atención", tras señalar a la oposición a la que acusó de intentar "sembrar odio y división".

Entretanto, la portavoz del gobierno, Aristotelía Peloni, acusó a la formación izquierdista Syriza, principal fuerza de la oposición, de alimentar la tensión aprovechando el cansancio acumulado por el confinamiento de más de cuatro meses.

Aseguró que "un incidente individual de violencia policial, que está siendo investigado, no puede ser un pretexto para quemar la ciudad y llenar los hospitales".

Sin embargo, Syriza, respondió con una condena explícita a la violencia y el ataque al policía y aseguró que el premier Mitsotakis es "el único que tiene el poder de instigar a los ciudadanos a manifestarse en mitad de un confinamiento, él y sus políticas, hipócritas y autoritarias".


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