El informe de la OIT se publicó a propósito de la celebración del Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, como una herramienta para dar luces a esta problemática mundial.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó un informe en el que anuncia que los denominados países emergentes y en desarrollo poseen al menos 159 millones de personas desempleadas y otros 730 millones de ciudadanos que pese a poseer un trabajo oficial no escapan de la pobreza.
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El informe de OIT detalla que estas personas pertenecen a la fuerza laboral formal de estas naciones, pero que los bajos ingresos salariales no les permiten elevar su estatus y mejorar su calidad de vida.
"La combinación de políticas activas del mercado laboral con el apoyo a los ingresos hace que ambas medidas sean más efectivas para combatir la pobreza y ayudar a las personas a encontrar trabajo decente", destaca.
Combining active labour market policies with income support makes both measures more effective in tackling poverty, our latest report has found.
— ILO (@ilo) October 17, 2019
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Asimismo, la OIT mostró el efecto negativo en la estabilidad de los trabajadores ocasionado por el subempleo, la informalidad laboral y la tercerización.
El subempleo en la actualidad acentúa las desigualdades económicas y sociales en los países emergentes, debido a la afectación que genera en la captación de ingresos para sustentar las necesidades básicas de los más pobres, según explica el estudio.
"El empleo remunerado sigue siendo la forma más confiable de escapar de la pobreza", apunta el informe.
La OIT alertó también que la pobreza como fenómeno económico y social tiene repercusiones particulares y globales en un nivel comunitario, familiar e individual.