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ONU insta a que se permita un "acceso humanitario seguro y sin obstáculos" para que sigan las labores de ayuda en la zona.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) alertó sobre el deterioro de la situación humanitaria que se vive en el sureste de Myanmar, principalmente en los estados de Kayah y Kayin, ante el aumento de enfrentamientos ocurridos durante las últimas semanas.
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De acuerdo con el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stephane Dujarric, es necesario que exista un "acceso humanitario seguro y sin obstáculos" para los trabajadores de la organización que realizan labores humanitarias en la zona.
Asimismo, durante una rueda de prensa, comentó que la situación de inseguridad provocó que varios colaboradores humanitarios suspendieran sus actividades en diciembre pasado, siendo los socios locales quienes "continúan brindando asistencia crítica para salvar vidas donde sea posible".
Quotes from the Special Envoy of the Secretary-General on Myanmar on her meeting with the Prime Minister of the Kingdom of Thailand | United Nations pic.twitter.com/caYn9fF2Nl
— Chutintorn Sam Gongsakdi (@Chutintorn_Sam) January 17, 2022
Por su parte, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), precisó que unas 320.000 personas están desplazadas por los enfrentamientos y la inseguridad, desde febrero pasado, tras el golpe de Estado.
"La situación humanitaria y de seguridad en Myanmar sigue siendo volátil, y los civiles son los más afectados por los enfrentamientos armados en curso", aseguró OCHA y detalló que la situación ha incrementado la destrucción de propiedades civiles, el desplazamiento interno y transfronterizo.
The ongoing armed clashes in Myanmar since 1 Feb 2021 has led to further loss of life, destruction of civilian properties & internal & cross-border displacement.
— OCHA Myanmar (@ochamyanmar) January 17, 2022
Greater access remains critical for the urgent delivery of humanitarian assistance.https://t.co/J5ltcXs3vB pic.twitter.com/ZXdjloHJfm
Hasta el momento, más de 2.200 casas y otras propiedades civiles fueron incendiadas o destruidas; en el sureste se reporta el mayor desplazamiento interno, con 175.700 desplazados, seguido por la zona noroeste, con 132.200, según la OCHA.
La organización prevé que en este 2022 unas 14,4 millones de personas tendrán necesidades humanitarias y otras 6,2 millones requeriran asistencia urgente.
