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La ONU espera la ayuda de la comunidad internacional para detener los incendios en la Amazonía que en menos de un mes han alcanzado los 4 mil focos.
El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, insistió este miércoles en la necesidad de dirigir los esfuerzos internacionales de ayuda a la Amazonía enfocándolos en detener el fuego que aún afecta a Brasil y a otras naciones de la región.
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El organismo espera la colaboración de toda la comunidad internacional para resolver el grave incidente en la cuenca del Amazonas, dijo el funcionario, aunque evitó hacer alusión a la actitud del actual mandatario brasileño Jair Bolsonaro al rechazar los 20 millones de dólares ofrecidos por el G7 para mitigar los incendios.
Dujarric aludió las palabras del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien se mostró profundamente conmocionado por los incendios en la Amazonía, un recurso que es patrimonio mundial y cuya protección es responsabilidad de todos.
I’m deeply concerned by the fires in the Amazon rainforest. In the midst of the global climate crisis, we cannot afford more damage to a major source of oxygen and biodiversity.
— António Guterres (@antonioguterres) August 22, 2019
The Amazon must be protected.
El representante de la ONU también aseguró que esa organización multilateral ha puesto sus esfuerzos en contribuir a movilizar recursos en pos de enfrentar la tragedia que inició el pasado mes de julio.
Por otro lado, la presidente de la Asamblea General, la ecuatoriana María Fernando Espinosa, se une a la idea de que urge trabajar de conjunto en pos de encontrar una solución inmediata a la crisis ambiental, agravada ahora por los fuegos en el bosque del Amazonas.
De acuerdo con datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la situación del ya deteriorado estado del clima y el medio ambiente en el orbe, se hace ahora más tensa por los estragos del fuego en la selva amazónica.
Lamentablemente, estos no son los únicos acontecimientos preocupantes en los últimos días, pues además de la Amazonía, otras regiones tropicales también han sufrido incendios, como es el caso de Angola, en África.
Se han registrado unos cuatro mil fuegos en menos de dos meses, y las condiciones son de las más graves desde 2010, con posibilidades de llegar a una actividad récord durante el presente año, según la OMM.
Aunque los fuegos se han concentrado en los países de la cuenca del Amazonas, el fuego podría llegar a significar un alto riesgo a largo plazo, aun cuando se haya controlado. Los incendios forestales liberan partículas y gases tóxicos a la atmósfera como el monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos no metanos, lo que podría llevar a altos niveles de contaminación del aire.
