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Irán, Turquía y Rusia son los garantes del conocido como proceso de paz de Astaná, lanzado en Kazajistán en enero de 2017 para poner fin a la guerra en Siria.

Irán, Turquía y Rusia son los garantes del conocido como proceso de paz de Astaná, lanzado en Kazajistán en enero de 2017 para poner fin a la guerra en Siria. | Foto: Twitter @mfarussia

Publicado 22 diciembre 2021



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Será en febrero de 2022 en Teherán que las potencias regionales discutan sobre la situación de la nación del Levante.

El Gobierno de Irán informó este miércoles de que la próxima reunión en el marco del proceso de Astaná, con el que Rusia, Turquía y el mismo Gobierno de Teherán buscan rebajar la intensidad de la guerra civil en Siria, tendrá lugar el próximo mes de febrero en la capital persa.

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De acuerdo a una nota conjunta, los tres países expresaron su determinación de seguir trabajando juntos para combatir el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones y oponerse a las agendas separatistas destinadas a socavar la soberanía y la integridad territorial de Siria, así como a amenazar la seguridad nacional de los países vecinos.
 
También confirmaron que la cumbre trilateral estaba planeada para inicios del año próximo y dependerá de la situación de la pandemia, de acuerdo al portavoz de Asuntos Políticos Especiales del Ministerio de Exteriores de Irán, Asghar Jaji.

Los tres países también discutieron la situación en el noreste de Siria y acordaron que la seguridad y la estabilidad constantes en esta región solo pueden lograrse sobre la base de la preservación de la soberanía y la integridad territorial del país. 

En ese sentido, esperan para la cumbre de inicios de año, reafirmar el rechazo a lo que llaman todos los intentos de crear nuevas realidades sobre el terreno, incluidas las iniciativas ilegítimas de autogobierno con el pretexto de combatir el terrorismo.

Irán, Turquía y Rusia son los garantes del conocido como proceso de paz de Astaná, lanzado en Kazajistán en enero de 2017 para poner fin a la guerra en Siria. El proceso va en paralelo al impulsado por Naciones Unidas en Ginebra.

Teherán, Ankara y Moscú coinciden desde ese formato que no podrá haber una solución militar al conflicto sirio, por lo cual hace una apuesta por promover un proceso político viable y duradero, liderado por Siria, facilitado por la ONU, de conformidad con la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU.


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