Dilma Rousseff presidió Brasil entre 2011 y 2016. Fue cesada el 31 de agosto de este año, tras seis días de juicio en el Senado.
El magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) y presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, Luiz Roberto Barroso, afirmó este jueves que la razón real del juicio político contra la expresidenta Dilma Rousseff en 2016 fue la falta de apoyo político y no “el pedaleo fiscal” (violación de las reglas presupuestarias) que en aquel momento alegó la derecha brasileña.
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Barroso reiteró el criterio, ya expresado en 2021, de que la supuesta corrupción no fue real y que las denuncias al respecto no fueron más que una formalidad juridíca, lo cual sustenta que contra la mandataria se perpetró un golpe de Estado aupado por sectores opositores.
El magistrado afirmó también que, paradójicamente, el sucesor de Rousseff, el expresidente Michel Temer, promovió una agenda neoliberal y su gestión también se vio salpicada por casos reales de corrupción, pero le permitieron terminar su mandato.
Estas declaraciones quedaron recogidas en una publicación del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri), y fragmentos suyos fueron publicados por medios locales pese a que el texto completo no ha salido a la luz.
FOI GOLPE
— PT no Senado (@PTnoSenado) February 3, 2022
"Não deve haver dúvida razoável de que Dilma não foi afastada por crimes de responsabilidade ou corrupção, mas, sim, por perda de sustentação política. Até porque afastá-la por corrupção depois do que se seguiu seria uma ironia da história"
- Luís Roberto Barroso/STF
En opinión del exsenador Romero Jucá, lo que pasó en Brasil fue “un golpe con el Supremo, con todo”.
Según medios locales, se ejecutó un golpe parlamentario mediante un proceso de juicio político sin delito de responsabilidad, una ilegalidad a la que debió hacer frente el Supremo Tribunal Federal, lo cual no hizo.
El ministro de la Corte Suprema, Luis Barroso, afirmó que el motivo del impeachment contra Dilma Rousseff en 2016 no se debió a las “pedaleadas fiscales”, sino a la falta de apoyo político. @ConexiontlSUR pic.twitter.com/8QRVxkg0hq
— Nacho Lemus (@LemusteleSUR) February 4, 2022
En julio de 2021, Barroso ya había expuesto esta afirmación en el marco de un simposio donde dijo: “Creo que no debe haber duda razonable de que ella (Dilma) no fue destituida por delitos de responsabilidad o corrupción, sino que fue destituida por pérdida de apoyo político. Sobre todo porque destituirla por corrupción después de lo que siguió sería una ironía de la historia".
Tras el impeachment a la exmandataria Rousseff, Brasil retrocedió en indicadores económicos y sociales, los trabajadores perdieron derechos, las rentas del ingreso se transfirieron de la sociedad a los accionistas privados, especialmente internacionales.