El informe del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) de Nicaragua destaca la importancia de mantener esfuerzos para fortalecer el mercado laboral y garantizar oportunidades de empleo digno.

El Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) de Nicaragua informó este jueves que la tasa neta de ocupación nacional durante el mes de enero alcanzó el 97,0%, lo que representa un aumento de 0,8 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior.

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Según el informe, la tasa de ocupación fue de 96,8% en el área urbana (95,6% en Managua) y de 97,3% en el área rural. 

El Inide detalló que, aunque la tasa de ocupación mostró un incremento interanual, registró una disminución de 1,0 puntos porcentuales en comparación con el mes anterior. Asimismo, la tasa de desempleo abierto se situó en 3,0% a nivel nacional, con un 3,2% en las zonas urbanas y un 2,7% en las rurales. 

El documento también reveló que la tasa de presión general, que mide la proporción de personas que buscan empleo activamente, fue de 7,3% a nivel nacional, con un 7,4% en el área urbana y un 7,2% en el área rural.

Por otro lado, la tasa de subempleo se ubicó en 38,8% a nivel nacional, siendo más alta en las zonas urbanas (42,3%) y en Managua (43,5%), mientras que en el área rural fue de 34,0%. 

El Inide realiza mensualmente la Encuesta de Empleo Mensual (EEM), herramienta clave para recopilar información sobre la evolución del mercado laboral y las características sociodemográficas de la población. Esta encuesta permite generar estadísticas sobre los principales indicadores laborales, así como sobre las características de la población ocupada, desocupada y fuera de la fuerza de trabajo. 

Los resultados de la EEM son fundamentales para el diseño y evaluación de políticas públicas orientadas a mejorar las condiciones laborales y reducir el desempleo y el subempleo en el país. Con una tasa de ocupación nacional cercana al 97%, Nicaragua continúa mostrando una dinámica laboral positiva, aunque persisten desafíos en términos de subempleo y presión laboral, especialmente en las áreas urbanas. 

Estos indicadores reflejan, además, el positivo ambiente socioproductivo del país, caracterizado por la estabilidad y dinamismo de la economía, la generación de empleos y el mejoramiento de los ingresos, entre otras fortalezas.

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