El copresidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y la copresidenta de ese país, Rosario Murillo, lideraron este viernes el homenaje al general Augusto César Sandino, cuando se conmemoran 91 años de su asesinato.

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Desde la Plaza de la Fe en Managua (capital), el mandatario resaltó el legado de Sandino en el contexto de la lucha contra el imperialismo estadounidense, así como la vigencia de su pensamiento, en un contexto internacional de conflictos y genocidios como el que Israel ejecuta contra el pueblo palestino.

En sus palabras, el copresidente nicaragüense sostuvo que Sandino «luchó contra el Ejército más poderoso del mundo y no pudieron derrotarlo, y no les quedó más que retirarse de Nicaragua».

En ese sentido, alertó que el compromiso de Sandino con la búsqueda de la paz lo condujo a arriesgar la vida por ella, por lo que se trasladó a Managua, donde Somoza le esperaba y «cayó en la mayor traición que se ha cometido en este país».

Previamente, se realizó el acto de juramentación del general de Ejército Julio César Avilés Castillo, para la etapa 2025-2031.

«Hoy, ya con la nueva Constitución vigente, hemos procedido a cumplir con lo que dice la ley, siguiendo el proceso correspondiente, para entregar el bastón de mando al General Julio César Avilés Castillo, Comandante en Jefe del Ejército de Nicaragua. Es una continuidad», destacó Ortega.

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