El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y la vicepresidenta, Rosario Murillo, enviaron una carta de solidaridad al pueblo boliviano, ante las difíciles situaciones que ha vivido el país andino en las últimas semanas, y el atentado perpetrado contra el ex presidente Evo Morales en la madrugada del domingo.

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“El Gobierno de Reconciliación y Unidad  Nacional, y el Frente Sandinista de Liberación Nacional, hacemos llegar nuestro Fraternal y Siempre Solidario Saludo a las Familias y al Pueblo de esa Bolivia Querida, que nos acerca tanto a nuestros Orígenes, Valentías y Fortalezas”, indica la misiva.

Asimismo, reconoce que el presidente Luis Arce, ha instruido la inmediata apertura de una investigación, que permitirá conocer más detalles de lo sucedido, como corresponde a la responsabilidad de un jefe de Estado.

En ese sentido, el Gobierno nicaragüense saluda “todo lo que contribuye al entendimiento, la seguridad, la tranquilidad y la concordia en ese país miembro de nuestra ALBA”.

De la misma manera, desea “a las autoridades constitucionales y a los líderes sociales, culturales, laborales y de pueblos originarios, las mejores energías para encontrar puntos de consenso que conduzcan a las necesarias soluciones y propuestas, viables para tod@s”.

Este domingo, el ex presidente Evo Morales denunció un atentado contra su vida que se perpetró en horas de la madrugada, mientras viajaba en un automóvil por la vía que conecta Villa Tunari con Shinahota, en el Trópico de Cochabamba.

El vehículo que lo transportaba fue baleado con una ráfaga de 14 disparos, y el conductor resultó herido.

El ataque tuvo lugar en un contexto de crisis a lo interno del Movimiento al Socialismo (MAS), partido fundado por Morales, cuyas facciones se encuentran en disputa.

Por otra parte, desde hace más de 10 días, organizaciones sociales de Bolivia mantienen activo el bloqueo de carreteras, para realizar demandas al Gobierno, entre ellas la renuncia del actual jefe de Estado.

A causa de los bloqueos, el pueblo junto a comerciantes, productores agropecuarios y empresarios han sufrido afectaciones, pues cientos de toneladas permanecen varadas en los caminos sin poder llegar a sus destinos.

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