En total se estima que entre los campamentos de Nour Shams y de Tulkarem unos 21.000 palestinos se han visto obligados a desplazarse por las constantes agresiones de la entidad sionista de Israel.

La entidad sionista de Israel ha intensificado su ofensiva militar en la ciudad de Tulkarem, al norte de Cisjordania, y en sus dos campamentos de refugiados, Nour Shams y Tulkarem, donde las fuerzas de ocupación han llevado a cabo redadas en viviendas, expulsiones y desplazamientos forzados de residentes palestinos.

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Las fuerzas israelíes han desplegado patrullas alrededor de los campamentos, allanado casas y destruido las pertenencias de la población, mientras impiden la entrada y salida de los palestinos.

Testimonios locales indican que muchos residentes han sido sometidos a interrogatorios y obligados a abandonar sus hogares bajo amenazas. Las tropas israelíes también han disparado balas reales y lanzado bombas de luz y sonido con el fin de aterrorizar a la población. 

Según la agencia de noticias Wafa, Israel envió refuerzos militares, incluidos vehículos blindados y un camión cisterna de combustible, y las tropas se posicionaron frente a edificios residenciales en la calle Nablus que conecta los campamentos de Tulkarem y Nour Shams. 

La ofensiva incluye la demolición y quema de viviendas e instalaciones en el campamento de Nour Shams, así como la destrucción completa de infraestructuras esenciales como redes de electricidad, agua, alcantarillado y comunicaciones.

Como consecuencia de la escalada israelí, los residentes que no han huido de sus hogares permanecen en condiciones extremadamente difíciles, con escasez de alimentos y suministros médicos.

Las fuerzas de ocupación también han impedido que organizaciones como la Sociedad de la Media Luna Roja puedan acceder al lugar para entregar ayuda humanitaria y evacuar a las personas enfermas.

Hasta el momento, la ofensiva ha causado la muerte de 13 personas en dicha localidad, incluidos un niño y dos mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses; decenas de palestinos han resultado heridos o detenidos; y más de 25 viviendas han sido demolidas o arrasadas en los últimos días, bajo el pretexto de pavimentar carreteras que atraviesan los barrios de los campamentos. 

Por otra parte, el gobernador de Tulkarem, Abdullah Kamil, denunció el lunes que alrededor de 9.000 personas han tenido que huir del campamento de refugiados.

“Casi 9.000 ciudadanos de todas las edades han sido desplazados, ya que las fuerzas de la ocupación les han obligado a abandonar el campamento durante esta agresión sin precedentes contra la gobernación”, afirmó. 

En respuesta a la agresión, las facciones de acción nacional en Tulkarem han convocado una marcha de retorno este miércoles, que partirá desde la rotonda destruida de Shuwaika hacia los campamentos de Tulkarem y Nour Shams. El llamado busca aglutinar a la mayor cantidad de personas para exigir el fin del asedio y la ruptura de las restricciones impuestas por la ocupación israelí. 

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