Más de 34,000 de los desplazados han buscado refugio en los ya sobrepoblados campamentos de Goma y sus alrededores. 

En una reciente reunión, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas analizó la grave situación en la República Democrática del Congo (RDC), con la participación de representantes de RDC, Ruanda y de la misión de la ONU en el país, MONUSCO. 

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Las palabras de Vivian van de Perre, representante especial adjunta del Secretario General para la Protección y las Operaciones de la MONUSCO, resonaron con preocupación, destacando el aumento de enfrentamientos en el este del país y sus devastadoras consecuencias humanitarias.

Van de Perre compartió en videoconferencia desde Goma que «los crecientes enfrentamientos en el este de la RDC han provocado desplazamientos masivos», con más de 178,000 personas huyendo del territorio de Kalehe debido a la ocupación del M23 en Minova. 

Más de 34,000 de los desplazados han buscado refugio en los ya sobrepoblados campamentos de Goma y sus alrededores. La representante enfatizó que los recientes combates han interrumpido gravemente los convoyes de suministros, haciendo que los recursos de MONUSCO se vean severamente afectados.

En este contexto, Van de Perre subrayó la necesidad de un cese inmediato de las hostilidades y el imperativo de un diálogo político. «Es crucial que todas las partes involucradas cesen las hostilidades y se comprometan a un diálogo», manifestó, haciendo un llamado a una respuesta coordinada y más inclusiva ante las crecientes violencias.

El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, también instó a una solución política, subrayando el Proceso de Luanda como el foro adecuado para alcanzar un acuerdo. Condenó las acciones del M23 y pidió a las fuerzas extranjeras su retirada. En línea con esta solicitud, la representante interina de EE. UU., Dorothy Shea, exigió un alto al fuego inmediato, reiterando el apoyo de su país al pueblo congoleño y a la soberanía de la RDC.

Demandas de la RDC

La ministra de Asuntos Exteriores de la RDC, Thérèse Kayikwamba, aprovechó la oportunidad para expresar su descontento con la situación actual, instando a los miembros de la ONU a «hacer lo correcto». Kayikwamba solicitó cinco medidas clave: la retirada de las tropas ruandesas, la imposición de sanciones específicas a Ruanda, un embargo sobre recursos naturales, la exclusión de Ruanda como contribuyente a misiones de paz, y transparencia en las transferencias de armas a Ruanda.

«Este Consejo tiene la capacidad de tomar medidas. La pregunta es si está dispuesto a actuar», concluyó.

Respuesta de Ruanda

El representante de Ruanda, Ernest Rwamucyo, ofreció una perspectiva diferente, sugiriendo que la raíz del conflicto radica en la obsesión de la RDC por una solución militar y el deseo de cambio de régimen en su país vecino. Ruanda también solicitó la retirada de tropas extranjeras.

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