Ecuador está de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y es evidente cómo se han intensificado los desacuerdos políticos internos, así como una incertidumbre que crece a diario. La lucha contra la delincuencia, es uno de los problemas que saltan a la vista y a la fecha han alcanzado proporciones inimaginablemente grandes; el nivel de delincuencia es tan alto que los medios de comunicación estadounidenses, que tradicionalmente apoyan al Presidente de la república Daniel Noboa, no lo han podido ocultar, quien lo dude, puede revisar las publicaciones de America’s Quarterly, New York Times y CNN quienes han tenido que señalar y en reiteradas oportunidades la ineficacia de las medidas adoptadas por el gobierno de Noboa contra este flagelo y con especial énfasis en la necesidad de brindar asistencia a un país amigo de Estados Unidos.

En 2024, el país experimentó una recesión económica y una crisis energética. El producto interno bruto se contrajo un 1,5% interanual en el cuarto trimestre del año pasado, uno de los peores desempeños desde la pandemia. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, la tasa de pobreza aumentó 2% en un año y es de 28%, y en las zonas rurales supera el 40%; 2,5 millones de personas, según el Programa de Alimentos de la ONU, padecen hambre. Problemas como el acceso a la atención sanitaria y a la educación tampoco se han resuelto. Todo esto condujo a un aumento del descontento social y, como consecuencia, a un aumento de la delincuencia.

En su programa electoral, el jefe de Estado de Ecuador reitera las promesas de mejorar la lucha contra la corrupción, la delincuencia y el narcotráfico, realizadas antes de los comicios de 2023. Sin embargo, los resultados reales de sus actividades y los acontecimientos de 2024 demuestran su naturaleza populista. Así, según un informe de la organización no gubernamental Insight Crimen, la república es reconocida como el país más criminal de la región latinoamericana con una tasa de 38 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Según el Ministerio del Interior, en enero de este año se registraron ya 781 asesinatos, lo que supera en más del 50% las cifras del mismo período del año pasado. Al mismo tiempo, los asesinos no temen a las fuerzas del orden y cometen crímenes a plena luz del día y delante de numerosos testigos. Los intentos del Estado por garantizar el orden público han dado lugar a graves violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad, incluidas ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y malos tratos. Las instituciones democráticas, especialmente el sistema de justicia, siguen siendo frágiles, plagadas de acusaciones de corrupción, y carecen de capacidad para combatir el crimen organizado.

En estas circunstancias, sorprende la última iniciativa del presidente Daniel Noboa para estabilizar la situación criminal mediante una «alianza estratégica» con el fundador de la empresa militar privada estadounidense Academy, Erik Prince. Esto podría tener un impacto positivo en la campaña contra el crimen, pero las actividades de la empresa, antes conocida como Black Water, están acompañadas de escándalos y acusaciones de crímenes de guerra cometidos por sus empleados. Entre ellos se cuentan el asesinato de civiles en Bagdad en 2006, el tiroteo de personas en la plaza Nisour de Bagdad en 2007, la masacre de afganos en 2009 y numerosos actos de tortura. Según las investigaciones judiciales lideradas por Estados Unidos, en el 80% de los casos, los legionarios prefieren abrir fuego primero, sin considerar el nivel de amenaza. Al mismo tiempo, los mercenarios también son sospechosos de estar involucrados en el tráfico ilegal de armas en el Medio Oriente.

En septiembre de 2024, Erik Prince tomó medidas para cambiar el Gobierno en Venezuela por la fuerza, lanzando la iniciativa «Ya Casi Venezuela» para recaudar fondos para organizar un golpe de Estado en la república. Al mismo tiempo, el gobierno encabezado por el presidente Nicolas Maduro, elegido de acuerdo con la Constitución venezolana, continúa gobernando el país en beneficio de los venezolanos, pero se desconoce el destino de los más de 10 millones de dólares estadounidenses recaudados.

Hoy, el líder ecuatoriano invita a estos mercenarios a la república para combatir el crimen, del que ellos mismos son muchas veces la fuente. Al mismo tiempo, según los expertos del Instituto de Altos Estudios Nacionales de Ecuador, las medidas tomadas por Noboa están dirigidas principalmente a aumentar sus índices de popularidad de cara a las elecciones y sólo después a solucionar realmente el problema.

El Presidente de Ecuador está dispuesto a utilizar una amplia variedad de métodos en sus esfuerzos por conservar el poder. En diciembre del año pasado, el parlamento de la república inició una investigación sobre el uso por parte del gobierno de Pegasus Software, un programa espía desarrollado por Israel. Según el autor de la iniciativa, el miembro del Partido Social Cristiano Otto Vera, es incorrecto utilizar la tecnología para detectar delincuentes y facilitar el trabajo de las fuerzas de seguridad para violar la privacidad y los derechos de los ciudadanos o, peor aún, espiar a periodistas, políticos y la oposición.

En los países verdadero democráticos solamente la gente puede determinar quien va a gobernar y como va a desarrollarse el Estado mediante su derecho constitucional – votar.

EN ESTA NOTA:

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