• Telesur Señal en Vivo
  • Telesur Solo Audio
  • facebook
  • twitter
Los éxitos de la dirigencia y del pueblo chino tienen que ver en mucho con la concepción del mundo que ellos han mantenido y la metodología utilizada desde la dialéctica concreta para entender la realidad.

Los éxitos de la dirigencia y del pueblo chino tienen que ver en mucho con la concepción del mundo que ellos han mantenido y la metodología utilizada desde la dialéctica concreta para entender la realidad. | Foto: Xinhua

Publicado 23 octubre 2022



Blogs


Al XX Congreso del Partido Comunista de China llegaron los dirigentes de ese país y su pueblo luego de una larga marcha iniciada en 1949 justo después de la fundación de la República por el Gran Timonel Mao Zedong.

El XX Congreso del Partido Comunista Chino ha concluido. Más de 2.000 delegados reunidos durante una semana en representación de unos 90 millones de militantes debatieron la situación nacional de China y el panorama internacional.

Además, concluyeron con una reforma integral de los Estatutos del Partido para: perseguir de manera clara e inquebrantable el curso de un país, dos sistemas; suprimir y frenar con determinación (sin negar el empleo de las armas) las fuerzas separatistas que abogan por la llamada independencia de Taiwán; y llevar a cabo y con firmeza la construcción política del Ejército, fortalecerlo mediante reformas, logros científicos y tecnológicos y personal altamente profesional, para “convertir al Ejército de China en una fuerza armada avanzada de categoría mundial”.

El Congreso decidió reelegir a Xi Jinping como líder del Partido y presidente de la República Popular de China, para conducir los destinas del país por los próximos años. Ratifican así aquello de que una política acertada no cambia de jefe.

Al XX Congreso llegaron los dirigentes chinos y su pueblo luego de una larga marcha iniciada justo después de la fundación de la República por el Gran Timonel Mao Zedong en 1949. Un proceso en construcción durante 73 años ha servido de experiencia, aprendiendo de los errores, consolidando los aciertos. Usando bien tanto la mano visible como la mano invisible del mercado de manera dialéctica. Un plan de largo aliento trazado con maestría para llegar a convertir a China en lo que es hoy en día, una de las potencias mundiales más poderosas en todos los órdenes, la principal economía del planeta. Un plan que, como lo afirmaron ellos en el Congreso XIX realizado en 2017, tenía como objetivo lograr el triunfo definitivo en la culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada y por la conquista de la gran victoria del socialismo con las peculiaridades chinas de la nueva era.

En el Informe presentado por el presidente Xi al XIX Congreso señaló que solo se puede llegar a un buen final si se conservan siempre las aspiraciones originales y ellas no han sido otras que perseguir la felicidad del pueblo chino y conseguir la revitalización de toda la nación china, en lo cual han avanzado sin cesar, sin perder el tiempo, sin flaqueza alguna. En esa búsqueda, la dirigencia ha compartido con el pueblo el mismo aliento, el mismo destino y el mismo latir del corazón. Conscientes estaban de los cambios profundos y complejos que experimenta la situación interna y externa. Sin titubeo alguno, ellos emprendieron el camino sin anquilosarse ni estancarse, manteniendo siempre la unidad del pueblo, de todas las etnias en toda la geografía de ese inmenso país.

El XX Congreso del PCCh ratificó el pensamiento de la triple representatividad fundado en las teorías del marxismo-leninismo, de Mao Zedong y de Deng Xiaoping. En este sentido, profundizaron lo referente a la “chinización del marxismo” y su adaptación a los tiempos modernos, dentro de una visión de conjunto compuesto por cinco elementos: la construcción económica, la política, la cultural, la social y la de la civilización ecológica. En sus deliberaciones, los comunistas chinos, de manera resuelta y sin timidez alguna, enarbolaron la causa de la lucha por la noble causa de la paz y el desarrollo de la humanidad, lo que para ellos es una misión gloriosa e histórica. Preservar los principios de llevar una vida austera, prudente y modesta, diestros siempre en la lucha y en el esfuerzo creador, elevando el espíritu del trabajo como valor fundamental en la construcción de la sociedad moderna del socialismo según sus particularidades.

Los éxitos de la dirigencia y del pueblo chino tienen que ver en mucho con la concepción del mundo que ellos han mantenido y la metodología utilizada desde la dialéctica concreta para entender la realidad. En ello han procurado mantener un flujo continuo del accionar teórico-práctico, en una visión sistémica, teniendo en cuenta siempre al resto del mundo. No se han planteado una postura hegemónica, por el contrario, las han combatido y apuestan por un mundo pluripolar, con defensa de la soberanía de los países, la no intervención en sus asuntos internos, practicando la solidaridad y el principio del beneficio mutuo y de las ganancias compartidas, trabajando por un destino común de la humanidad y por una nueva gobernanza global, en una dirección más justa y razonable. Es tarea de primer orden para los chinos salvaguardar la paz mundial y fomentar el desarrollo común, practicando la cooperación y la amistad con los demás países. Con lenguaje claro y sencillo, el Congreso concluyó alertando que hablar por hablar perjudica al pueblo chino y que el trabajo real lo vigoriza.

El 28 de febrero de 2013, Xi Jinping, en discurso pronunciado en el segundo pleno de la II Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, sostuvo: “Debemos tener el espíritu propio de quien clava un clavo, cosa que no suele hacerse bien de un solo martillazo, sino que requiere que sigamos martillando hasta que esté bien clavado y seguro. Si uno va dando martillazos por aquí y por allá, muy probablemente no logrará clavar ni un solo clavo recto y firme”. La dirigencia de nuestros países en esta parte del continente latinoamericano y caribeño debe aprender de los chinos a clavar bien los clavos de manera firme y segura.


teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta sección

Comentarios
0
Comentarios
Nota sin comentarios.