A pesar de los sabotajes, Maduro fortalece su credibilidad internacional

La ministra de Ciencia y Tecnología de Venezuela, indicó que “todas las plataformas del Estado han sido atacadas de múltiples formas”. Foto: Prensa Presidencial


Por: Raphael Machado

13 de agosto de 2024 Hora: 13:20

Es aún más relevante observar el plano internacional para que podamos entender cómo el gobierno está hoy, quizás en su período más estable desde que Maduro sucedió al Comandante Hugo Chávez.

El pueblo venezolano acudió a las urnas el pasado 28 de julio con el objetivo de expresar su voluntad soberana a través de las elecciones. Y, en los términos de la Constitución, según lo demostrado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), Nicolás Maduro fue el vencedor con el 51,95 por ciento de los votos.

No es ninguna sorpresa que los resultados hayan sido cuestionados por EE. UU., por la Organización de los Estados Americanos, por la oposición venezolana y por varios países alineados con el atlantismo internacional. Estamos seguros de que los venezolanos ya esperaban esto.

Y no podemos dejar de mencionar que seguimos viendo una Venezuela lamentablemente polarizada (polarización que es, al menos en parte, alentada desde el exterior).

Pero para tener una visión realista de las condiciones objetivas en las que se encuentra Nicolás Maduro hoy, después de su elección, necesitamos observar la situación desde una perspectiva más elevada e histórica, comparándola con la situación que siguió a las elecciones de 2018.

En lo que concierne a las protestas, por ejemplo, sabemos que en 2018 hubo miles de actos de vandalismo, piquetes, huelgas y manifestaciones organizadas por la oposición a lo largo del año, con el objetivo de deslegitimar el gobierno de Maduro, especialmente después de las elecciones.

Estas manifestaciones eventualmente culminaron en el intento de golpe de 2019, cuando Juan Guaidó se autoproclamó Presidente de Venezuela y fue reconocido por varios países atlantistas.

Pero en 2024, a partir del 29 de julio, a pesar de la intensidad de la violencia de criminales y vándalos que saquearon tiendas, destruyeron bienes públicos y atacaron a las fuerzas de seguridad, la realidad es que las acciones de desestabilización están disminuyendo y, en general, el pueblo venezolano ya superó la jornada electoral y volvió a la vida normal.

Esto naturalmente se debe, en parte, a la actuación consistente de las fuerzas de seguridad, que rápidamente lograron neutralizar a los elementos más violentos entre los agitadores, pero también podemos percibir que la oposición no logró inflamar los ánimos de los venezolanos en la misma medida que hace 5-6 años.

Esto debe atribuirse a la mejora en la situación económica del país, tras una serie de reformas promovidas por Maduro y a importantes movimientos del gobierno en el plano internacional, así como a la escasa credibilidad de la que gozan, hoy, los líderes de la oposición.

Pero es aún más relevante observar el plano internacional para que podamos entender cómo el gobierno está hoy, quizás en su período más estable desde que Maduro sucedió al Comandante Hugo Chávez.

Si prestamos atención a la cuestión del reconocimiento internacional del resultado de las elecciones en 2018, y lo comparamos con el reconocimiento del resultado de las elecciones en 2024, incluso después de apenas 2 semanas de la votación, percibimos un aumento en la cantidad de países que reconocieron los resultados.

Es claro que muchos países que no reconocieron oficialmente los resultados siguieron manteniendo tácitamente relaciones normales con Venezuela, pero el pronunciamiento oficial de reconocimiento por parte de autoridades extranjeras también sirve como un termómetro internacional.

A modo de ejemplo, países como Catar, Laos, Uzbekistán, Azerbaiyán y Serbia, que no se pronunciaron oficialmente en las elecciones anteriores, esta vez rápidamente reconocieron públicamente la victoria de Nicolás Maduro. Un caso interesante es el de Honduras, que hace 6 años no reconoció el resultado, pero ahora lo hizo.

Interesante, también, es que muchos países africanos reconocieron públicamente la victoria de Nicolás Maduro: Sudán, Malí, Zimbabue, Namibia, Mozambique, Madagascar, Guinea-Bisáu, Guinea Ecuatorial, entre otros, felicitaron a Maduro por la continuación de su gobierno.

Naturalmente, siempre es importante destacar que países como Rusia, China, Irán, Turquía, Cuba y Bolivia reconocieron los resultados de las elecciones tanto en 2018 como en 2024.

En general, esta evolución puede atribuirse a la transición geopolítica mundial, en la que EE. UU. logra influir cada vez menos en las relaciones exteriores de otros países. Pero esto también se debe al reconocimiento del papel estabilizador del gobierno de Nicolás Maduro, que contra todos los esfuerzos de la oposición y de Occidente ha logrado mantener a Venezuela en los rumbos de la Revolución Bolivariana, así como a la importancia del papel potencial de Venezuela en la nueva era multipolar.

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