De ficha limpia a trapos sucios

Foto: EFE
Por: Diego Ramos
19 de febrero de 2025 Hora: 05:45
En medio del debate parlamentario argentino sobre “ficha limpia”, el proyecto de ley, estandarte de los puros contra los impuros en su “lucha” contra la corrupción, terminó por desmoronarse, las fuerzas del cielo se les vino encima.
“Yo vivía en el bosque muy contento caminaba, caminaba sin cesar. Las mañanas y las tardes eran mía, a la noche me tiraba a descansar, pero un día vino el hombre con su jaula…” este tramo de la canción el “Oso” del cantante argentino Moris, representa en gran parte el veranito que Javier Milei venía teniendo, en especial con su público, que hoy pasmado ve a su presidente como una moneda de dos caras: de un lado el rostro de un estafador y del otro lado un ignorante total en materia económica. Como todo es al azar, sus adeptos deberán tirar la moneda al aire para elegir en suerte de juego con cuál de las imágenes quedarán, otra opción no tienen.
¿Se acuerdan de la imagen de un león y una jaula que compartió Milei en sus redes sociales mientras se debatía la ley ómnibus en el congreso? La imagen muy ilustrativa mostraba a un león impune enjaulando a la sociedad. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, hasta el momento solo balbuceo infantilmente: “quieren bajar al presidente de un hondazo”, cunado lo que en realidad aconteció fue que el propio presidente abrió su propia jaula, entró y quedó encerrado.
La canción del “Oso” continúa diciendo: “En el circo me enseñaron las piruetas, y yo así perdí me amada libertad…” en la bochornosa y corrupta nota con el periodista “inmaculado” Jonatán Viale, ya no se observaba un león, sino un osito asustado, haciendo piruetas y malabares, como tampoco se observa a un comunicador intachable, sino más bien a un periodista, guionado (como se ve claramente en el video que se filtró), y no hace falta hacer zoom para descubrir la inmoralidad y la corrupción, caballitos de batalla en el relato tanto de Milei como de Jonatán Viale. Ni que hablar de los chats del CEO Hayden Davis, responsable del lanzamiento del token $LIBRA, que no solo vincula su relación personal con Javier Milei, el cripto escándalo salpica a Karina Milei por coima en chats comprometedores. Se les cayó el argumento de “los mejores”, las redes sociales tuvieron un volumen exponencial, mucho más elevado que “la nefasta fiesta de Olivos” del ex presidente Alberto Fernández.
La encerrona que tiene el actual presidente es de un infante, errante, asustado, pálido, perdido en un juego de laberinto. El personaje que, con el mentón en alto, el índice hacia arriba, y de vez en cuando bajándolo para señalar a lo “inútiles, perdedores, mugrosos, comunistas y corruptos”, para auto referenciarse como candidato al Premio Nobel de Economía… quedó aplazado por su propia ignorancia, que no lo libera en absoluto del dolo. Les gusta la timba, tanto él como su ministro de Economía Luis Caputo hablan de un casino, para poder explicar que la estafa de Milei no es tal, ¿qué significa esto?, que estamos condenados al azar, a la suerte de los grandes especuladores financieros, con el pueblo afuera-excluido de todo bienestar. En estos días se terminó de blanquear lo que vinieron hacer en Argentina. Por estas razones, no podemos perder de vista “democratizar la economía”. Abandonar esta disputa y dejarla en manos de los mercados, será el mayor sacrilegio. El funcionamiento de la economía no es independiente a la existencia de la democracia y de quien hace democracia. No es independiente del sistema político ni de la clase de representación. Se necesita investigar a fondo, ajustarse a la Constitución Nacional, ninguna estafa es inocente, como ningún promotor de la misma, como es el caso de Javier Milei.
No podemos aceptar la separación entre lo económico, lo político y lo social, como venía seduciendo Javier Milei con sus discursos de la anti política y anti Estado. Por estas horas todo quedó en un Show, en un gran relato que se les vino encima. Ahora bien, sin entrar en tecnicismo económicos y jurídicos, el gran problema de gobernabilidad en Argentina, hoy se ubica como parámetro en un único fenómeno y que no es Milei ¿a qué nos estamos refiriendo?, a lo que venimos señalando hace un buen tiempo: en la capacidad que pueda tener el arco político en contestar efectiva y eficientemente a la sociedad su gran demanda de “un nuevo contrato social-ético político”. Queda claro que Milei aprovechó y supo capitalizar esa demanda social en las elecciones pasadas, sacrificando al extremo a la sociedad argentina en nombre de una “nueva moral”, que hoy se encuentra quebrada. Nuevamente la política vuelve a reclamar su sitial y su verdadero sentido ¿quiénes asumirán esa responsabilidad?
teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta sección.