El fantasma del fascismo recorre el mundo

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El actual contexto electoral en Europa seria inexplicable para una persona promedio europea en la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI, donde el nacismo y fascismo se presentaron como un error en la matriz y no como un proceso generado por el mismo sistema socioeconómico. Foto: EFE.


Por: John Freddy Gómez y Camila Andrea Galindo

19 de septiembre de 2024 Hora: 20:57

Este momento histórico pone de manifiesto cómo el fascismo no se presenta como un error o falla del sistema, sino más bien como ruta de salida a los procesos de crisis sistémica del capitalismo.

Las más recientes elecciones en la República Federal de Alemania exhiben un contexto electoral profundamente sombrío en donde el partido “Alternativa para Alemania” (AFD) logró la mayoría en los Estados de Sajonia y Turingia. Estos dos Estados representan aproximadamente el 7% de la población alemana evidenciando un síntoma de radicalización y crecimiento de respaldo hacia los partidos fundamentalistas de extrema derecha en la sociedad alemana.

En las elecciones del pasado 1 de septiembre de 2024 el partido Alternativa para Alemania obtuvo alrededor del 30% de los votos, posicionándose como uno de los partidos más votados en los dos Estados. Uno de los lideres más representativos de la AFD es Björn Höcke, profesor de historia y político alemán de extrema derecha, quien ha manifestado en diferentes ocasiones su cercanía con las ideas nacionalsocialistas, y su empatía por Adolf Hitler.  

El caso del ascenso de Alternativa Para Alemania se concatena con el incremento de relevancia política e ideológica de Agrupación Nacional en Francia liderada por Marine Le Pen, de igual manera, y anudado a esto, la relevancia de VOX en España; y, así mismo, la irrupción del Partido por la Libertad en Países Bajos, entre otros casos emblemáticos de la emergencia electoral de la extrema derecha con características fascistas en el continente europeo.

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Lo anterior, tan solo representado por la emergencia de las derechas que disputan el poder, puesto que en el marco de los regímenes europeos ya se cuenta con gobiernos de extrema derecha como son: Giorgia Meloni en Italia, Andrej Plenkovic en Croacia y Viktor Órban en Hungría, entre otros gobiernos de derecha y extrema derecha con raigambre fascista. El actual contexto electoral en Europa seria inexplicable para una persona promedio europea en la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI, donde el nacismo y fascismo se presentaron como un error en la matriz y no como un proceso generado por el mismo sistema socioeconómico.

Este contexto representativo del ascenso de la extrema derecha en Europa y gran parte del mundo evidencia un síntoma en la configuración ideológica y cultural de las sociedades a nivel mundial. Este momento histórico pone de manifiesto cómo el fascismo no se presenta como un error o falla del sistema, sino más bien como ruta de salida a los procesos de crisis sistémica del capitalismo.

La década de los años 30 del siglo XX, que sirvieron de fermento para la consolidación de la ideología fascista en el continente europeo, presenta algunas similitudes con el contexto actual en el que la crisis económica ha generado la perdida de privilegios de algunas clases económicas y la pauperización de las condiciones socioeconómicos del conjunto de la sociedad. Este proceso de perdida de privilegios y condiciones socioeconómicas es expuesto como respuesta a un factor exógeno del sistema y se cristaliza en un actor que se caracteriza hoy como ayer en un sujeto apátrida.

El sistema socioeconómico excluyente generado por la globalización realmente existente, con su régimen neoliberal de acumulación por desposesión, y la configuración de un individuo egoísta y basado en las libertades negativas, ha generado el sustrato perfecto para la irrupción del fascismo del ayer y del hoy. Un fascismo que recurre al nacionalismo excluyente, a la moral como costumbre de un pueblo idealizado, a la supremacía y privilegios de una parte de la población sobre otra, y a la violencia contra la otredad no comprendida en el reducido cuadro de su moral nacionalista y supremacista.

Este proceso de derechización y de polución del fascismo en el continente europeo y en el mundo entero, refleja la deriva del orden mundial establecido posterior a la Segunda Guerra Mundial y a la crisis integral del sistema socioeconómico capitalista. Crisis que no debe ser solventada, desde las apuestas de las izquierdas, con resanes cosméticos, sino que debe presentar una alternativa real y aprensible para el conjunto de la sociedad, con el fin de disputar el componente ideológico a la derecha y externa derecha con sus medios masivos de comunicación y sus redes sociales. 

El apelar a la moderación en tiempos de caos es tomar partido por el sistema que ha permitido el florecimiento de las derechas, extremas derechas aupadas por la ideología fascista que no ha muerto y que mantienen su llama incendiaria en contra de la humanidad. El fascismo ha tomado ventaja en reconocer el contexto y ha crecido a partir de criticar al sistema, sus instituciones y sus agentes, por lo cual es hora de levantar ese otro fantasma que vaticino Karl Marx bajo un ropaje para el siglo XXI.

Autor: John Freddy Gómez y Camila Andrea Galindo

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