El próximo mes de agosto Venezuela se presentará ante la Corte Internacional de Justicia con el propósito de exponer la “duplica” a la demanda interpuesta por Guyana quien usa el Arbitraje del Laudo de 1899 en Paris como único documento que justifica su posesión sobre el territorio de la Guayana Esequiba.

Venezuela por el contrario ha mostrado y expondrán nuevos alegatos que le confieren el derecho internacional sustentado en un archivo documental jurídico e histórico que muestra todas las pruebas que sustentan su reclamo al territorio de la Guayana Esequiba, incluyendo lo instituido en el Acuerdo de Ginebra de 1966.

 Guyana  y Venezuela se pronunciaron favorablemente cuando “Acordaron que cualquier controversia entre los dos Estados se resolverá de conformidad con el derecho internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra de 17 de febrero de 1966” según los texto del artículo 2 firmados entre los presidente  Irfan Ali de Guyana y Nicolás Maduro Moros de Venezuela, en la Declaración de Argyle realizada en San Vicente y las Granadinas, el 14 de diciembre de 2023,

Lo que debemos conocer en perspectiva histórica inmediata es que la Vicepresidenta  de la actual CIJ es la jueza ugandesa Julia Sebuntinde que fue la única magistrada  que votó en contra de los 17 jueces que favorecieron una “decisión anticipada para ordenar seis medidas provisionales para proteger a los palestinos en Gaza”. Es decir para proteger a la población palestina contra un genocidio en desarrollo en 2024 que se consumó y cuyas pruebas son públicas, notorias y comunicacionales con el arrase de la población palestina en Gaza..

El alegato del jueza Sebuntine  se basó en una interpretación extravagante de la siguiente manera: “En mi respetuosa opinión disidente, la disputa entre el Estado de Israel y el pueblo de Palestina es esencial e históricamente, política”. “No se trata de una controversia jurídica susceptible de solución judicial por parte de la Corte”,

Suráfrica que fue el país que lideró el alegado ante la CIJ a favor del pueblo palestino quedó estupefacta, así como el mundo civilizado cuando la jueza explicó que “Sudáfrica no demostró que los actos supuestamente cometidos por Israel fueron “cometidos con la intención genocida necesaria y que, como resultado, pueden caer del ámbito de aplicación de la Convención sobre el Genocidio”. No aclares que oscurece, por Dios. Y esa será una de las juezas que tendrá la CIJ para calificar la disputa territorial entre Venezuela y Guyana.

EN ESTA NOTA:

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