Guerra cognitiva en Venezuela (Hablan los especialistas)*


Por: Ricardo Romero Romero

11 de agosto de 2024 Hora: 02:24

Ā«SueƱo con dar nacimiento

a un niƱo que pregunta;

mamĆ”, ĀæQuĆ© era la guerra?Ā«

Eve Merriam

Desde las redes sociales y medios corporativos se ha intentado posicionar que en Venezuela hay una dictadura y que hubo fraude en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. Desde Washington desconocen al presidente reelecto NicolƔs Maduro y varios paƭses aliados a los intereses estadounidenses han seguido el guion, ya repetido, pero esta vez repotenciado desde el campo cibernƩtico.

En este sentido, especialistas y estudiosos del campo comunicacional, han seƱalado tal fenĆ³meno como una guerra cognitiva. La Universidad Internacional de las Comunicaciones (Lauicom) define de esta manera el concepto: ā€œEs un complejo y paulatino proceso de demoliciĆ³n programada y sistemĆ”tica de las capacidades cerebrales normales individuales y colectivasā€.

A este respecto, acadĆ©micos e investigadores que siguen lo que se vive en la patria bolivariana, dieron sus impresiones y anĆ”lisis de esta situaciĆ³n. El escritor y documentalista Eduardo Viloria DaboĆ­n, galardonado con el premio Casa de las AmĆ©ricas 2023 por su libro de no ficciĆ³n  DespuĆ©s del Incendio (Papeles de Guerra: Venezuela 2017-2021), donde aborda parte de esa problemĆ”tica, expuso que esta confrontaciĆ³n viene desarrollĆ”ndose desde hace algĆŗn tiempo:

Venezuela tiene mĆ”s de 20 aƱos convertida en un masivo laboratorio donde se han puesto a prueba, se ha experimentado y se han practicado de forma incesante, sostenida, continua, profunda, hasta cruel, las tĆ©cnicas y mĆ©todos mĆ”s novedosos, agresivos y violentos de manipulaciĆ³n psicolĆ³gica y de trabajo contra el espĆ­ritu humano. ĀæPara quĆ©? Para modelar, resetear y rediseƱar la subjetividad completa de todo un pueblo. Es difĆ­cil imaginar una forma de violencia mĆ”s extremadamente agresiva que Ć©sta, porque ademĆ”s los daƱos y consecuencias, que con toda seguridad son de enorme profundidad, son sumamente difĆ­ciles de estimar, de rastrear, incluso de comprobar.

Batalla histĆ³rica que se repite

Igualmente, el matemĆ”tico, historiador y escritor JosĆ© Sant Roz, sostiene que existen elementos de la espiritualidad presentes en esta realidad ahora cotidiana para los ciudadanos venezolanos, algo que se viene arrastrando desde la colonia y en la lucha por la independencia, cuestiĆ³n que le tocĆ³ batallar en su momento al Libertador SimĆ³n BolĆ­var y que se repite hoy:

Lo que se trata, en cierto modo, es construir una fantasĆ­a, un sentimiento. Actualmente con lo de MarĆ­a Corina Machado, se trata de fundar algo mĆ”s bien sobre elementos religiosos. La mayorĆ­a de las personas que lo apoyan son, en esencia, catĆ³licos que buscan la idea de una santa, de una heroĆ­na, pero una heroĆ­na divina, sagrada, y la construyen por sus propios medios… 

Esta locura es muy profunda, lleva muchĆ­simos aƱos, inoculada en gente mayor, en gente beata y no beata, pero que se transmite a travĆ©s de los valores catĆ³licos, es allĆ­ donde tiene su mĆ”xima sustentaciĆ³n. Eso es algo que se ha probado… en todos los lugares a donde ella llegaba, a donde primero se acercaba, eran los templos, los curas las bendecĆ­an, le daban rosarios y llamaban a las personas para que se congregasen alrededor de ella y la elevasen al cielo como una verdadera santa. Yo la he visto en imĆ”genes, en muchĆ­simas imĆ”genes que me han llegado, superior a la Virgen MarĆ­a.

Agrega Sant Roz, que las representaciones simbĆ³licas que conectan la religiosidad con la figura de MarĆ­a Corina Machado, es parte de la herencia mantuana a la que ella pertenece y que asumiĆ³ como mandato divino, ya que estĆ” convencida de que es su santa cruzada.

Anonymous y Elon Musk instigadores del crimen

Por otra parte, el sociĆ³logo y podcaster Robert GalbĆ”n, advierte que la ultraderecha del paĆ­s aprovecha los intereses trasnacionales (de cual son parte) y estĆ”n aliados al terrorismo informĆ”tico. Precisamente, GalbĆ”n menciona a quienes protagonizan tras bastidores esta escenario de contienda no convencional y ademĆ”s de incidencia social:

MarĆ­a Corina sigue jugando con los fake news y la prensa internacional sigue siendo como el gran resonador de esas mentiras… Entonces, cuando decimos que Elon Musk y los hackers de Anonymous, unas ciertas cĆ©lulas de Anonymous, mĆ”s bien, porque sabemos que Anonymous no es una estructura. EstĆ”n operando contra Venezuela, es porque estĆ”n buscando, entre otras cosas…  las estrategias para imponer este relato, el aislamiento de su gente, es decir, ellos mandaron a que bloquearan a todos los medios y a todos los chavistas que estuviesen en sus redes sociales.

ĀæPara quĆ©? No es solamente para tenerlos controlados a ellos, a nivel, digamos, discursivo, sino tambiĆ©n para evitar la posibilidad de que en esa muralla de ā€œinfofreniaā€ que estĆ”n viviendo, se filtren discursos distintos a los que ellos imponen. Es decir, no vas a ver la opiniĆ³n de un chavista, lo vas a sellar, lo vas a callar y eso es importante porque es como una especie de terapia de shock. En las terapias de shock, segĆŗn la sociĆ³loga Susan Sontag, necesita que se aĆ­sle al sujeto sensorialmente, o sea, que no perciba ni luz, ni sonidos, para que tu discurso entre directo e inconsciente, y eso es lo que estĆ” sucediendo allĆ­.

Sobre este anĆ”lisis, GalbĆ”n complementa su reflexiĆ³n en torno a la artificial sensaciĆ³n que se refleja en los medios hegemĆ³nicos y los operadores locales que participaron con discursos de odio en redes electrĆ³nicas, asĆ­ como en los actos vandĆ”licos y de ataques a las personas que son partidarias del gobierno de NicolĆ”s Maduro:

Hay mucha gente que cree que en este momento en las calles de Caracas hay guarimbas, hay asesinatos, hay persecuciones y en fin, y las calles estĆ”n mĆ”s tranquilas que la lluvia. Entonces ahĆ­ el tema tambiĆ©n es el otro sujeto que es importante tener en cuenta en esta guerra gnoseolĆ³gica es el papel del hampa en todo eso. Porque primero posicionaron desde hace como dos aƱos al Tren de Aragua una organizaciĆ³n que es inexistente mĆ”s allĆ” de los medios de comunicaciĆ³n.

Ellos lo posicionaron como una fuerza criminal que controla el hampa en todo el continente y hasta en EspaƱa. Y hoy en dĆ­a son los aliados fundamentales y los libertadores que se plantean en las redes sociales para liberar a Venezuela. AhĆ­ hay otro cambio en el otro retrueque, en otra transvalorizaciĆ³n de la que hablaban de todos los conceptos. Entonces, lo que antes eran hampa y que habĆ­a que ser repudiables porque eran malandros y de Petare, que Petare es un barrio que todos ellos han deseado toda su vida bombardear.

Otro aspecto que han considerado los estudiosos del lenguaje empleado en esta guerra cognitiva, es la invenciĆ³n de una realidad basada en  imĆ”genes que se conectan con lo emocional. En la opiniĆ³n de Isabel Rivero, escritora y magĆ­ster en lingĆ¼Ć­stica, se usan videos y elementos audiovisuales que no corresponden al presente inmediato:

En esta situaciĆ³n de vulnerabilidad emocional, la emociĆ³n y la cogniciĆ³n se convierten en una sola… Se muestran imĆ”genes de otros acontecimientos y se presentan como acontecimientos actuales. Por ejemplo, se muestran imĆ”genes de lo que ocurriĆ³ en el 2017 y se quieren mostrar como que son producto de una situaciĆ³n de protesta a nivel nacional en Venezuela.Con ello se manipula, se manipulan datos,  y lo que subyace a travĆ©s de esa manipulaciĆ³n de datos es que se violan los derechos humanos.  Y con ello se muestra solamente una realidad. Se muestra una realidad porque se estĆ”n tomando aspectos del contexto a conveniencia y se estĆ”n dejando de lado otros aspectos del contexto que no convienen que se sepan.

Y las consecuencias de que una poblaciĆ³n conectada con las pantallas mediĆ”ticas son motivo de alerta,  en lo que expresa Rivero: 

Se vive algo que yo he definido como la segunda etapa de la alienaciĆ³n. La alienaciĆ³n  incapacita al individuo, se le resta libertad de acciĆ³n y en consecuencia el individuo se convierte en un individuo sumiso y en la guerra cognitiva ademĆ”s de un individuo sumiso es un individuo perturbado, un individuo que simplemente responde a los estĆ­mulos que proyecta el capitalismo global.

Hollywood y su aparato de propaganda

Ahora bien, bajo la mirada que trasciende las dinĆ”micas internas de la naciĆ³n y que extienden su espectro mĆ”s allĆ” de las fronteras venezolanas, considerando losaspectos de la polĆ­tica exterior y su contexto histĆ³rico, la internacionalista y diplomĆ”tica Carolina EscarrĆ” suministra datos que ayudan a comprender el fondo de este meollo:

 Hace 200 aƱos el maestro de maestros, SimĆ³n RodrĆ­guez, ya hablaba un poco de lo que era la guerra cognitiva. Es importante decir que en el aƱo 1966, el primer director de la CIA, Alan Dulles, ya hablaba en su libro El arte de la inteligencia, un poco del objetivo de esa guerra cognitiva y es hacer que los intereses de los paĆ­ses dominantes sea asumido por los paĆ­ses dominados como si fueran sus propios intereses. Es hacer un poco que todo cambie a travĆ©s de la cultura y por eso la importancia de todo lo que es la maquinaria de Hollywood y la maquinaria de todo este tema cultural transnacional que se ha venido manejando.

Nos sigue diciendo EscarrĆ”, que no se trata de un simple injerencismo, sino que obedece a toda una planificaciĆ³n bĆ©lica, elaborada por una de las mayores maquinarias hegemĆ³nicas de guerra de todos los tiempos:

Pero hace aproximadamente dos aƱos la OTAN financiĆ³ un informe de un militar francĆ©s que hizo sobre la guerra cognitiva que iba a ser en definitiva la sĆ­ntesis de las cinco formas de guerra de la OTAN pero mucho mĆ”s especĆ­ficamente de la IPC, es decir, de la guerra de informaciĆ³n, de la guerra psicolĆ³gica y de la guerra cibernĆ©tica.

Es decir, ya tiene planteada la OTAN la guerra cibernĆ©tica que es parte de lo que aplicaron en la RepĆŗblica Bolivariana de Venezuela pero en realidad lo que aplicaron fue la guerra cognitiva porque implica la guerra de informaciĆ³n, empiezan a dar un montĆ³n de informaciĆ³n, inclusive informaciĆ³n falsa que va generando una forma de pensar y de asumir psicolĆ³gicamente las cosas que luego se plantea en funciĆ³n de las emociones y que va acompaƱado de una guerra cibernĆ©tica para hackear los distintos espacios del estado pero especĆ­ficamente al Consejo Nacional Electoral.

La mente es el campo de batalla

A este respecto, desde otra Ć”rea de investigaciĆ³n, el psicĆ³logo social Luis Enrique Gavazut, estudioso de los conflictos globales que afectan a las sociedades modernas en relaciĆ³n a las guerras y formas de dominaciĆ³n poblacional, nos esboza que los poderes fĆ”cticos se alimentan del miedo de las masas y que por ello buscan mantener estos conflictos como polĆ­ticas de poder global:

Su finalidad es lograr determinados objetivos geopolĆ­ticos de un paĆ­s atacante a un paĆ­s atacado. BĆ”sicamente lo que se persigue con la guerra cognitiva es lograr imponer toma de decisiones y gobiernos proclives o tĆ­teres a los intereses del paĆ­s atacante. Fundamentalmente un concepto acuƱado por la OTAN, donde ha seƱalado que es una operaciĆ³n dirigida en tĆ©rminos acotados, estrictos, a manipular cognitivamente la toma de decisiones por parte de los altos mandos militares y polĆ­ticos, a cuyo cargo se encuentra la toma de decisiones estratĆ©gicas del paĆ­s atacado, confundiĆ©ndolos y llevĆ”ndolos a tomar decisiones desacertadas, errĆ³neas y por lo tanto a perder la guerra.

Asimismo, Gavazut se extiende al afirmar que la manipulaciĆ³n mental en esta confrontaciĆ³n no convencional, busca modelar conductas:

Una operaciĆ³n propaganda polĆ­tica, propaganda de guerra a gran escala, que se diferencia de los tradicionales mecanismos de propaganda en que la guerra cognitiva opera ya no sĆ³lo sobre el Ć”mbito de las actitudes, es decir, de modificar temporalmente u orientar temporalmente la intenciĆ³n conductual y la conducta manifiesta hacia un determinado objetivo, sino que va al cambio o la transformaciĆ³n de las estructuras valorativas, de los valores profundos del ser humano, de la poblaciĆ³n que es vĆ­ctima de la guerra cognitiva y por lo tanto afecta su propia identidad.

Respecto al papel que juegan los medios y que complementan los apuntes antes expuestos, el periodista y analista de medios William Castillo, desmenuza las vertientes del storytelling, de esos relatos que buscan despertar pasiones y sensaciones primales que llevan al accionar irracional:

Las llamadas operaciones psicolĆ³gicas, que lo que buscan es imponer determinadas narrativas a un colectivo, a la poblaciĆ³n de un paĆ­s, o crear determinado ambiente, determinada sensaciĆ³n del Ć”nimo, en el espĆ­ritu, en la emocionalidad colectiva, son largamente conocidas y estĆ”n muy documentadas en la historia. La diferencia es que se han expandido con el uso de las redes sociales y con los mecanismos de control emocional llamados algoritmos.

Los algoritmos lo que hacen es, a partir de tus gustos en redes sociales, diseƱar perfiles para ofrecerte contenido que replique de alguna manera lo que estĆ” en tu cabeza, de tal manera que el usuario se va metiendo en una suerte de tĆŗnel cognitivo, una suerte de cĆ”mara de eco donde solo se escucha a sĆ­ mismo y solo escucha las cosas que le hacen sentir bien.

Y desde este enunciado, basado en otras operaciones mediƔticas que se han visto en otros tiempos recientes y en latitudes que siguen en la palestra noticiosa, se usan los imaginarios y mentiras sostenidas por Occidente, donde Castillo coloca ejemplos palpables:

 Las redes sociales han logrado tambiĆ©n otra cosa, que es incentivar el odio, incentivar la exclusiĆ³n, incentivar la intolerancia en el mundo. Y esto es consecuencia de la certeza que tienen las empresas operadoras de estas grandes redes de informaciĆ³n que los contenidos negativos circulan mĆ”s que los contenidos positivos. Sobre esa base se ha difundido en el mundo una ola de intolerancia, una ola que ha sido llamada de delitos de odio, que lo vemos expresarse en distintos aspectos.

Por ejemplo, lo estamos viendo hace unas horas con las persecuciones a personas que no sean blancas en Inglaterra. Lo vimos con las decapitaciones que hacƭa el ISIS, que se promovƭan y se legitimaban a travƩs de las redes sociales en Siria. O lo estamos viendo con la matanza de niƱos en Gaza, que son legitimados por los asesinos y que han mostrado esos videos en redes sociales como una forma de demostrar que eso es normal hacerlo.

Menciona el analista de medios que en las dos dĆ©cadas en las que Venezuela se ha visto sometida a estas operaciones de guerra mental ā€œse ha acelerado la imposiciĆ³n de posverdades, de falsa narrativa y que ahora se usan nuevos instrumentosā€. Esto busca legitimar por parte del sector extremista los Ć”nimos de validar las agresiones a personas que piensan distinto y destrucciĆ³n de bienes pĆŗblico.

La cultura como arma letal

Otro aspecto que encaja en el Ć”mbito cultural lo disecciona el comunicador social y docente  especialista  Marco Aurelio RodrĆ­guez. Desde su visiĆ³n pedagĆ³gica, argumenta que la confusiĆ³n y desorientaciĆ³n cerebral, que se logra a travĆ©s del consumo de contenidos audiovisuales es parte de lo que se busca en la aplicaciĆ³n de una guerra cognitiva:

Hemos visto a travĆ©s del cine, televisiĆ³n y otras pantallas que agentes estadounidenses o de alguna potencia occidental penetrando ilegalmente las fronteras de alguno de nuestros paĆ­ses de la periferia global secuestrando a un lĆ­der o asesinando sentinelas una prĆ”cticade los medios transnacionales dirigida a naturalizar ante los ojos de los pueblos del mundo los mismos crĆ­menes que fuera de las pantallas cometen las potencias en nuestros territorios para perpetuar su dominaciĆ³n por supuesto que estas tĆ©cnicas cuentan en la actualidad con importantes avances tecnolĆ³gicos para el control mental y ahora la controversial inteligencia artificial con una caja de pandora es percibida como una herramienta mĆ”gica o como una nueva arma de las potencias occidentales para hacer mĆ”s inverosĆ­mil la realidad virtual.

Finalmente, el profesor universitario y acadĆ©mico experto en guerras hĆ­bridas, Luis Delgado Arria, desgrana parte de los elementos morales, de cooptaciĆ³n inducida y  seducciĆ³n subliminal que se vinculan a lo que acontece en el campo de experimentaciĆ³n en el que se ha convertido el territorio venezolano:

El imperialismo occidental ha logrado por un lado secuestrar fĆ­sicamente a una gran cantidad de jĆ³venes llevĆ”ndoselo al exterior con una suerte de operaciĆ³n que llamaron, me irĆ­a demasiado, de Venezuela. Y tambiĆ©n ha logrado secuestrar en el orden de lo psicolĆ³gico a buena parte de los jĆ³venes y niƱos que se han quedado en el paĆ­s, pero que han sido inoculados de una historia de resentimiento respecto de su propio gobierno, respecto de su propia tierra, de su propia patria, incluso, de su propia famili,  haciĆ©ndoles perder la nociĆ³n de para quĆ© es el presente y haciĆ©ndoles perder el horizonte de quĆ© podĆ­an hacer ellos en su paĆ­s en el Ć”mbito de lo futuro.

Se logra de esta manera el secuestro perfecto, un secuestro donde la vĆ­ctima se enamora del victimario y ataca a su propia familia, a su propio paĆ­s, a su propia patria e incluso a sĆ­ mismo haciĆ©ndose de esa manera la vĆ­ctima perfecta con la cual han operado los imperialismos contra todos los pueblos, haciĆ©ndole Ćŗltimamente en esta nueva generaciĆ³n de guerra, haciendo que las juventudes, es decir, el futuro de un paĆ­s conspire contra su propia felicidad, su propia realizaciĆ³n y sus propios valores Ć©ticos e histĆ³ricos.

Esta guerra de guerras que se libra en tiempo real, no sucede de manera exclusiva en Venezuela. Se padece en Palestina, Siria, LĆ­bano,  Ucrania (causada por Occidente), el cuerno de Ɓfrica y parafraseando al comunicador popular, JosĆ© Roberto Duque, tambiĆ©n acontece en los barrios pobres de Estados Unidos, Francia o Reino Unido, es la guerra de los poderes fĆ”cticos contra los pueblos.

*Entrevistas realizadas vĆ­a telefĆ³nica entre el 03 y 09 de agosto de 2024.

Autor: Ricardo Romero Romero

teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta secciĆ³n.

Deja un comentario

Tu direcciĆ³n de correo electrĆ³nico no serĆ” publicada. Los campos obligatorios estĆ”n marcados con *