El restablecimiento de relaciones entre Siria y Türkiye, no es una meta imposible de lograr, sin embargo es difícil de alcanzar porque va en contra de los intereses de Washington y sus aliados.

Una anunciada reunión, sin fecha determinada aun, entre los presidentes de Siria y Türkiye, constituye uno de los frutos del proceso de reconciliación sirio-turca, que comenzó en julio del 2022 en la cumbre tripartita de Teherán de los presidentes de Rusia, Irán y Türkiye , países garantes de la plataforma de Astaná o Nur-Sultan, capital de Kazajistán, para impulsar una solución política de la crisis en la nación árabe.

El previsto encuentro presidencial sirio-turco, aunque no representa el fin del desacuerdo entre Damasco y Ankara, constituye un significativo avance en este proceso gradual, encaminado a restablecer las relaciones entre ambos países vecinos después de largos años de ruptura.

El restablecimiento de relaciones entre Siria y Türkiye, no es una meta imposible de lograr, sin embargo es difícil de alcanzar porque va en contra de los intereses de Washington y sus aliados.

El destacado papel que pueda jugar esta reconciliación en impulsar una solución política de la crisis en Siria sobre la base de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, despertó la preocupación de las potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, quienes para alargar la crisis al servicio de sus intereses geopolíticos en Siria y en todo Oriente Medio, no escatiman esfuerzo ninguno para impedir el posible acercamiento sirio-turco.

La importancia de esta reconciliación y su posterior impacto en la solución política en Siria se resume en una serie de puntos básicos, que incluyen:

Primero: el acercamiento entre Damasco y Ankara, conllevaría a la salida definitiva de Türkiye del llamado “el reducido grupo occidental” liderado por Washington, lo que significaría la desaparición de este grupo, que contrario a sus objetivos anunciados, su principal misión es alargar la crisis en Siria e impedir cualquier solución del conflicto.

Segundo: para concretar la reconciliación, es imprescindible la retirada planificada y gradual de las fuerzas turcas de Siria, y esta retirada será el  preludio de la salida de las demás las fuerzas extranjeras que operan  ilegalmente en suelo sirio, principalmente las tropas invasoras estadounidenses desplegadas en el noreste del país árabe.

Tercero: el hecho de superar el desacuerdo entre Ankara y Damasco, ayudaría a romper y no a levantar totalmente el bloqueo occidental impuesto a Siria, lo que conllevaría a reducir significativamente la influencia estadounidense en suelo sirio, y por consiguiente a allanar el camino ante la implementación de la  Resolución 2254, sin la participación de Washington y contrario a su voluntad si es necesario, para resolver la crisis.

Cuarto: la reducción del peso estadounidense y occidental en Siria, en paralelo con el desarrollo ascendiente de las perspectivas de cooperación con el Este y a través de las fronteras sirias con Türkiye, que se extienden por mas de 900 kilómetros, conllevaría a detener la aplicación prolongada en la nación árabe de las fórmulas destructivas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, y por consiguiente a abrir la puerta ante la aplicación de un nuevo modelo económico, que alejado de la dependencia económica, se asentaría en la alta productividad, y en una nueva forma de distribución de la riqueza. Quinto: la reconciliación sirio-turca asestará un duro golpe al proyecto estadounidenses de “paso por paso”, cuyo objetivo es “cambiar el comportamiento del gobierno sirio” o sea alejar a Siria de su posición histórica a nivel regional e internacional, del modo que beneficie los planes expansionistas y coloniales de la Entidad de Ocupación Sionista en la región.

EN ESTA NOTA:

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