¿La Nueva Esclavitud? Venezolanos Secuestrados en El Salvador

Una vez más, observamos la duplicidad y doble moral de condenar y pretender destruir a Venezuela con instrumentos de presión ilícitos. Foto: @Yojan_Patriota.
Por: Omar Hassaan Fariñas
23 de marzo de 2025 Hora: 15:22
Más allá de criticar las políticas y acciones del Magnate Presidente Trump hacia los migrantes venezolanos y mexicanos, debemos recordarnos que él simplemente responde a una base electoral altamente racista y xenófoba, llena de odio y desprecio a todo lo que no es idéntico a ellos. Lo que es triste, es el espectáculo de supuestos “latinoamericanos” que justifican estas acciones y las apoyan, demostrando orgullo en ser apologistas de la represión y criminalidad gringa. Antes de condenar a los gringos, debemos preguntarnos sobre el máximo acto de traición y de entreguismo que demuestran quienes apoyan esta barbaridad.
Cientos de venezolanos, quienes quizás ni han escuchado del ficticio cuento de hadas llamado “Tren de Aragua” y las leyendas “tejidas” en base a esta, se encuentran en campos de concentración en El Salvador, país que hasta los momentos no sufre para nada de lo que sufre el pueblo venezolano por las medidas coercitivas unilaterales y los esfuerzos de deslegitimación de su gobierno electo por su pueblo, al emplear a estos venezolanos en sus campos de concentración, como mano de obra esclavizada.
Una vez más, observamos la duplicidad y doble moral de condenar y pretender destruir a Venezuela con instrumentos de presión ilícitos (las medidas coercitivas unilaterales y el chantaje diplomático), mientras se defiende verdaderos violadores de los derecho humanos, pues las comisiones interamericana y de la ONU para los derechos humanos solamente tiene tiempo para condenar a Venezuela, y hacer la vista gorda a lo que hacen países como Estados Unidos y El Salvado, sin mencionar a los gobiernos actuales en Perú, Ecuador y Argentina, por mencionar unos pocos.
No obstante, es importante resaltar el triste apoyo que estas acciones criminales tienen entre ciertos “latinoamericanos”. En primer lugar, el propio Presidente estadounidense lo señala: «Cuando hablé de la frontera, ¿saben quiénes eran los mayores defensores? Eran los hispanos, los latinos. Sabían más sobre la frontera que nadie. Sabían más sobre ella. Todos decían: «Va a perjudicarse con los hispanos». En realidad, resultó ser todo lo contrario».
Un artículo de la Associated Press estadounidense nos informa que una actual ciudadana estadounidense de nombre Bárbara Canales, comentó que su madre la trajo de Honduras cuando era niña con una visa y se quedó más tiempo del permitido. Les tomó muchos años legalizar su estatus y poder traer a otros familiares. «Por eso estoy totalmente de acuerdo en que es necesario sacar a los inmigrantes indocumentados de Estados Unidos. Lo siento, pero deberían hacerlo», dijo Canales, añadiendo que siente que la mayoría de los migrantes que han llegado en los últimos años son diferentes. «Cuando llegas con una visa, la historia es totalmente distinta».[1]
¿Es realmente una historia totalmente distinta? El quedarse en el país anglosajón más allá de la fecha de vencimiento de la visa, se cometió un delito, de acuerdo con las leyes del amado país de la Señora Canales. No obstante, ni ella ni su madre tuvieron problemas morales en quedarse ilegalmente, pero ahora quienes están pasando por lo mismo, ¿son todos delincuentes y criminales que deben ser remitidos al campo de exterminio gringo en Guantánamo, o el infierno del Señor Bukele en El Salvador? Por eso es que muchos insisten en que la raíz de todo el mal en este mundo, es el egoísmo, la incapacidad de desearle a otros de lo que uno tiene o tuvo en un pasado.
Lo más lamentable de todo esto es que las migraciones de los venezolanos hacia el norte y otros países de la región, iniciaron después del 2015 (ya la Revolución Bolivariana poseía por lo menos quince años de existencia), pero se fueron intensificando entre los años 2020 y 2023, justo durante el mismo periodo en el cual Estados Unidos intensificó al máximo sus medidas coercitivas unilaterales y enviaba mercenarios para hacer correr la sangre de todos los venezolanos (pero nunca la de los gringos, ni de sus apologistas en Venezuela, claro) por todo el país.
Mientras tanto, la delincuencia y la criminalidad se encuentran actualmente a niveles apocalípticos en países como Ecuador y Perú, y ahí la culpa no es de ellos, sino igualmente del mítico “Tren de Aragua”, lo cual es la misma y desgastada estrategia que busca ocultar los obvios orígenes de la criminalidad, los cuales residen en sus propias políticas neoliberales y sus aparatos represivos del Estado, al igual que Estados Unidos pretende ocultar el hecho que su estrategia de destruir a Venezuela para lograr su anhelado “cambio de régimen”, es precisamente lo que llevó a los compatriotas venezolanos a irse a Estados Unidos, en primer lugar, pues la gran mayoría de estos salieron de Venezuela al mismo tiempo que la maquinaria destructiva del gobierno estadounidense estaba sofocando el Estado y la sociedad venezolana.
¿En realidad nos ven la cara de imbéciles y creen que vamos a creer que son meras coincidencias el marcado incremento en el flujo migratorio venezolano y las máximas expresiones de las medidas coercitivas y los mercenarios? ¿Hasta cuándo tanta hipocresía? ¿Hasta cuándo tanto egoísmo y maldad contra el pueblo venezolano? Más importante, ¿Hasta cuándo será que los traidores y vendepatrias que hacen vida en nuestro país seguirán defendiendo lo que es completamente indefendible?
[1] https://apnews.com/article/trump-latinos-deportations-south-florida-cubans-venezuelans-d3b1cc3b59adec62a8c55557e91df9f2
Autor: Omar Hassaan Fariñas
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