La Traición de Ápate

Venezuela ha denunciado que el veto de Brasil para su ingreso a los BRICS se fraguó dentro de la Cancillería brasileña siguiendo indicaciones desde los EE.UU.


Por: Aldemaro Barrios Romero

31 de octubre de 2024 Hora: 09:37

En la película “Corazón Valiente”, dirigida y protagonizada por Mel Gibson, hay un episodio patético cuando uno de los “nobles” traiciona al líder de los escoceses Mcgregor en la batalla final que dio una estocada fatal al liderazgo escocés en la lucha por liberarse de la monarquía opresora inglesa. Voy a recurrir al recurso de la metáfora para analizar en tiempo y realidad el tema del veto impuesto por la “diplomacia” brasileña (reitero entre comillas) ante el derecho legítimo de Venezuela para integrar los miembros del primer anillo de los BRICS.

Estoy haciendo una suerte de catarsis al rememorar la película dirigida por Gibson, porque es el sentimiento primario de desengaño que los latinoamericanos y caribeños expresamos ante la descarada posición del gobierno de Lula y su narrativa culipandea. No encuentro otro adjetivo más descriptivo del momento en que Luis Ignacio Lula da Silva entregó su alma al diablo para que los demonios se alborotaran y, en una orgía epiléptica de mensajes, preñaran de medias verdades y mentiras la noticia en las agencia internacionales, que hasta ese momento habían hecho mutis de un magnífico evento como la cumbre de los BRICS en Kazán, donde el presidente Nicolás Maduro, en representación del pueblo de Venezuela, fijó posición vanguardista en el mundo sobre  los derechos del sur global al intervenir en la plenaria de los BRICS PLUS.

La traición, como ustedes saben, persigue a la justicia y a la verdad. Fueron las balas con que fue tiroteado El Libertador Simón Bolívar muchas veces, casi lo matan y finalmente su cuerpo no aguantó, mas su mentalidad nunca cambió. Todo lo contrario; sembró un legado que hoy es guía de los principios éticos que estructuran una revolución social como la que construye y concreta la República Bolivariana de Venezuela.

Igual le ocurrió a Lenin como líder mundial que se jugó la vida por las transformaciones trascendentales en el siglo XX, cuando la bala disparada por la fanática anarquista Fanny Kaplan casi lo asesina el 30 de agosto de 1918 y luego lo confinó a una vida limitada de movilidad motora mas no de su pensamiento, hasta que finalmente murió por consecuencias secundarias a ese atentado.

A Fidel Castro intentaron asesinarlo tantas veces que ganó un Guinness por la cantidad de atentados contra su persona para destruir la Revolución Cubana. Trataron de hacerlo moralmente, pero “El Caballo de la Sierra” fue un gigante ético y murió por causa natural cuando le llegó la hora de despedirse de manera consciente, tal y como lo hizo Hugo Chávez Frías, quien además dejó un plan estratégico que siguen a pesar de las distintas traiciones, superada con la dignidad de los principios bolivarianos. Al Che Guevara una traición lo transformó en símbolo para trascender la historia: «Si quieres la paz, prepárate para la guerra», cuentan que dijo alguna vez el guerrillero universal.

Curiosamente nadie se recuerda de la diosa griega Ápate, la deidad de la traición y el engaño, porque así pasa con los que traicionan a los pueblos: franquean la historia sin pena ni gloria y ocupan los lugares más oscuros del olvido y de la ausencia de memoria, es decir, sin afectos.

La aparente traición de Lula quizás logre un objetivo temporal contra Venezuela, Ya sabemos que detrás se ubica la política exterior de Estados Unidos, amenaza usual y ordinaria para los pueblos del mundo y, por la cercanía, para América Latina y el Caribe, incluyendo a la propia Brasil.

En lo estratégico, la decisión aprobada por Lula de reiterar el veto que formuló Bolsonaro contra Venezuela lleva plomo en el ala, porque es imprevisible la reacción del pueblo brasileño con respecto a quien, como Venezuela, ha mostrado lealtad y solidaridad en momentos difíciles en los que la reciprocidad e integración ha sido el norte en las relaciones de ambos países.

Lo que falta es que el Gobierno de Brasil se disponga a apoyar todas los planes guerreristas que Estados Unidos ha diseñado contra Venezuela dada la conflictividad en la lucha por su derecho histórico y legítimo al territorio de la Guayana Esequiba. Allí tenemos una amenaza de conflictividad que generaría el caos deseado por la política militar de Estados Unidos en la región.

Por ello “hay que tener calma y cordura”, como el dicho popular muchas veces evocado por el presidente Nicolás Maduro, y lo que alguna vez dijo Chávez vaticinando nuevos escenarios y oportunidades: “Ya vendrán nuevas situaciones…”. Y efectivamente, la posición de Venezuela ante el mundo quedó diáfanamente expresada por el mandatario bolivariano: 1. Creemos que un nuevo mundo ha nacido, los BRICS es el epicentro del nacimiento de ese nuevo mundo, con valores y principios completamente humanos, 2.- “La necesidad de una agenda económica con soluciones prácticas a los temas del comercio internacional e intercambio monetario, un nuevo sistema de pagos que sustituya los mecanismos que, en ocasiones, se convierten en armas para agredir a las naciones soberanas. Es preciso contar con un nuevo sistema monetario mundial., y 3. Refundar el Sistema de Naciones Unidas ONU, que “agoniza ante el surgimiento de corrientes nazis y fascistas a lo largo de esta coyuntura histórica tan dolorosa”.

Venezuela tiene más de 200 años luchando por su soberanía. Durante los primeros 24 años del siglo XXI ha defendido con dignidad su independencia económica y ha acumulado la experiencia para entrar con vigorosidad y enfrentar los desafíos del nuevo mundo que está naciendo, en paz y con soberana autonomía de vuelo histórico.

Autor: Aldemaro Barrios Romero

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