Los índices de la crisis: analizar el síntoma o la enfermedad

El derrumbe de las bolsas de valores entre el 31 de julio y 5 de agosto de 2024, cuenta con múltiples factores de análisis que han sido desplegados en los medios de comunicación, los cuales en muchos casos no son analizados relacionalmente, sino como mera suma de factores. || Foto: EFE


Por: John Freddy Gómez y Camila Andrea Galindo

19 de agosto de 2024 Hora: 13:53

El pasado lunes cinco de agosto la mayor parte de las bolsas de valores en el mundo observaron un desequilibrio comparable a épocas de la pandemia del COVID-19; y, en algunos casos particulares rememorando la oscura década de los años 80 del siglo XX.

El índice NIkkei 225, que hace referencia a la Bolsa de Valores de Japón, se derrumbó aproximadamente 12,5% de su valor con una reducción de 7.634 puntos, pasando de 39.101 para el 31 de julio a rondar 31.458 para el 5 de agosto.

Este declive fue acompañado por la contracción más soterrada por parte del SYP 500, Dow Jones y el Nasdaq-100 de Estados Unidos. De igual manera, se vio afectado el índice CAC-40 de Alemania; y, el FTSE-100 del Reino Unido, entre otras bolsas referentes en el bloque del G7.

El derrumbe de las bolsas de valores entre el 31 de julio y 5 de agosto de 2024, cuenta con múltiples factores de análisis que han sido desplegados en los medios de comunicación, los cuales en muchos casos no son analizados relacionalmente, sino como mera suma de factores.

Algunos de los factores que implicaron la configuración del lunes negro, el pasado lunes cinco de agosto, son:

  1. La implicación que tienen los índices de desempleo de Estados Unidos, los cuales pasaron de 4,1% a 4,3%, evidenciando la desaceleración económica tras los informes negativos de ganancia de las empresas más importantes de EEUU.
  2. El incremento de las tasas de interés iniciado en el mes de marzo y aumentada en el mes de julio por parte del Banco Central de Japón, el cual ha manifestado la hipertrofia de su economía y los elevados índices de endeudamiento que superan por más del doble el PIB del país nipón.
  3. El mantenimiento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal el pasado 31 de julio en los Estados Unidos, lo cual implica el mantenimiento de la política de contracción de capital hacia Estados Unidos por la manutención de una tasa de ganancia jalonada por el sistema financiero.
  4. El sostenimiento de las tasas de interés en la Unión Europea, que en los dos últimos años ha pasado de 0,5% a 4,25% indicando una política de control de inflación y atracción de inversión, lo cual se concatena y genera procesos de deterioro de las economías de la UE, con índices recesivos o estancados de la mayor parte de los Estados integrantes.
  5. El aumento de las tensiones en Medio Oriente lo cual podría indicar una posible guerra geoeconómica a partir de sanciones de los mayores productores de petróleo hacia el G7. De igual manera, la disposición de países de Medio Oriente por el acercamiento al grupo de los BRICS en contraposición a la hegemonía estadounidense.
  6. Las elecciones en la República Bolivariana de Venezuela que indica la derrota de la estrategia intervencionista de occidente, en particular de Estados Unidos, por la transición hacia un régimen entreguista con la dupla Edmundo y Corina. Esta derrota parcial de la desestabilización del régimen en Venezuela golpea los intereses de manutención hegemónica de oriente a partir de la pérdida de un espacio geoestratégico en materia económica, política, social y militar.
  7. El crecimiento del Producto Interno Bruto de Rusia en medio de una guerra franca contra occidente, que se data por el FMI entre 3,2 en comparación con los débiles índices alemanes que se presentan como recesivos o en las mejores condiciones no superando el 0,4%. De igual manera, el sostenimiento del crecimiento del PIB en China entre 4% a 5% para el año en curso, con todo y las sanciones económicas e impuestos arancelarios generados por occidente.

Los anteriores factores de la crisis evidencian algunas de las razones esgrimidas en los medios masivos de comunicación como la causa del pasado lunes negro y la eventual crisis económica que se avecina. Sin embargo, este análisis factorial y aislado de un análisis de conjunto y de manera relacional, expresa y esconde la verdadera situación del declive del orden mundial existente en donde Estados Unidos, Japón y la Unión Europea no han podido hacer frente al bloque contrahegemónico cada vez más fuerte y constituido como son los BRICS.

La triada antes mencionada debido a las disputas geopolíticas ha visto en desmedro sus dinámicas de acumulación por desposesión basado en el manejo de las divisas de intercambio internacional y evidencia un deterioro en sus tasas de ganancia y crecimiento económico. Esta dinámica de manejo de la crisis actual por parte del bloque hegemón se asemeja a un proceso de automedicación en donde el análisis y tratamiento del síntoma puede generar alivio inmediato, sin embargo, esto puede generar un aumento y recrudecimiento de las condiciones de la enfermedad.

Este es el proceso que se está desarrollando con la manutención artificial de un sistema socioeconómico derivado de la preminencia del sector financiero y por ende de expoliación que ha entrado en cuidados intensivos y que detona los limites propios del orden mundial establecido posterior a 1944 con los Acuerdos de Bretton Woods.

teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta sección.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *