Panameños denuncian segregación y desigualdades en zonas del Canal
Los ciudadanos denunciaron también que 140.000 hectáreas de tierra adyacentes al canal fueron colocadas bajo un régimen especial, otorgando a la oficina administrativa del gobierno central una discreción casi total sobre quién puede comprar, vender y usar el territorio. Foto: @panasenutah
8 de enero de 2025 Hora: 15:11
Mientras el canal tributa grandes riquezas a Panamá, los panameños de clase trabajadora han sido empujados a las periferias de la ciudad a través de la especulación inmobiliaria desenfrenada.
El retorno de la Zona del Canal a la soberanía panameña en 1999 fue una victoria histórica, una recuperación de territorio largamente negado a su pueblo. Sin embargo, muchos panameños sienten que la prosperidad económica emanada de esta área –antes bajo control estadounidense– no ha alcanzado a la mayoría.
LEA TAMBIÉN:
Gobierno de Panamá afirma que el canal es una «conquista irreversible»
"Si bien sentimos un profundo orgullo por haber recuperado estas tierras, existe una amarga sensación de que este territorio, nuestro territorio, no es del todo nuestro", declaró Daniel Sentana, panameño miembro de las Juventudes Revolucionarias.
"Hay una sensación de que los poderosos aún ocupan, se hacen llamar panameños, pero su lealtad no es a nuestra nación", dijo.
Los ciudadanos denunciaron también que140.000 hectáreas de tierra adyacentes al canal fueron colocadas bajo un régimen especial, otorgando a la oficina administrativa del Gobierno central una discreción casi total sobre quién puede comprar, vender y usar el territorio.
Igualmente, la Unidad de Bienes Revertidos, o UABR, fue establecida para integrar estas tierras recuperadas en beneficio colectivo de todos los panameños.
Sin embargo, Fidel Salazar, residente panameño declaró, "la UABR se ha transformado en una agencia de bienes raíces, subastando terrenos y propiedades al mejor postor en lugar de enfocarse en las necesidades del pueblo".
"Yo, como muchos otros panameños, me quedo con pocas opciones, como un apartamento en un complejo de gran altura en Alto de los Lagos, mientras que vastas cantidades de casas abandonadas, ganadas con el sacrificio de nuestros mártires, yacen descuidadas. Esta es nuestra queja. La segregación persiste en Panamá; no estamos ciegos. Vemos áreas recreativas, como playas, donde ahora requerimos un permiso del secretario ejecutivo de la UABR, para siquiera bañarnos en el mar. ¿Cuándo se ha visto esto en Colón? Nosotros, como panameños, debemos pedir permiso para acceder al océano", dijo.
En la zona canalera es común observar casas y edificios cayéndose a pedazos por la falta de inversión, mientras que activos estratégicos han sido entregados a poderosos grupos económicos con vínculos a los Gobiernos de turno a precios irrisorios.
Mientras tanto, los panameños de clase trabajadora han sido empujados a las periferias de la ciudad a través de la especulación inmobiliaria desenfrenada.
Mientras que el canal genera aproximadamente 2.470 millones de dólares para el país, el pueblo sigue luchando tras necesidades básicas no son satisfechas.
Lo que antes fue un símbolo de liberación nacional, ahora es otra herramienta de explotación capitalista. Este proceso continuo de división de clases y explotación neocolonial demuestra la naturaleza perdurable del imperialismo en Panamá.
La Zona del Canal, en lugar de ser una herramienta para el avance colectivo, está profundizando las desigualdades económicas.
Autor: teleSUR - cc -JDO
Fuente: teleSURtv