Desde su ingreso al Policlínico Gemelli el 14 de febrero, el Santo Padre redujo el uso de oxígeno durante el día y ya no requiere ventilación mecánica por la noche.

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Durante su hospitalización, el Papa mantiene una rutina que incluye terapia farmacológica, fisioterapia respiratoria y motora, así como momentos de oración y trabajo. Aunque no está recibiendo visitas, su voluntad de mantenerse activo es evidente. Este domingo 23 de marzo, Francisco planea asomarse desde la ventana del hospital para saludar a los fieles e impartir la bendición, marcando su primera aparición pública en semanas.

La Oficina de Prensa confirmó que el texto del Ángelus se publicará como en semanas anteriores, y Vatican Media estará presente para capturar y distribuir las imágenes. Este gesto refleja el espíritu resiliente del Papa, quien, a pesar de su delicado estado de salud, sigue conectado con la comunidad católica.

Aunque los médicos aún no han dado una fecha para su alta, los progresos son alentadores. El próximo boletín médico se espera para el lunes 24 de marzo, momento en el que se podrán conocer más detalles sobre su evolución. Mientras tanto, el mundo sigue atento a cada paso de su recuperación.

El Papa Francisco, conocido por su cercanía y humanidad, encontró en este período de convalecencia una oportunidad para renovar su mensaje de fe y esperanza. Su próximo saludo desde el hospital será un recordatorio de su compromiso inquebrantable con la Iglesia y sus fieles.

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