La Policía de Buenos Aires volvió a reprimir este miércoles a jubilados y manifestantes en Argentina, quienes se congregan en las cercanías del Parlamento para reclamar sus jubilaciones, la cobertura de medicamentos y los recortes en el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI).

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En este sentido, efectivos de las fuerzas de seguridad reprimieron por tercera semana consecutiva la marcha de los jubilados de todos los miércoles utilizando tonfas, gases lacrimógenos y otros materiales represivos.

Los jubilados fueron también golpeados, al tiempo que la policía intentaba despejar la Avenida Entre Ríos, en línea con el Protocolo Antiprotesta que ha impuesto la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

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Entre tanto, cuando la marcha llegaba desde Hipólito Yrigoyen a Entre Ríos, un comando de la Policía Federal motorizada comenzó a dar vueltas en círculos para evitar que la movilización baje a la calle y corte alguno de los carriles, de acuerdo a lo presentado por Página 12.

“Me tiraron gas, soy trabajadora de prensa. Trabajo con máscara, pero aprovecharon cuando fui a ayudar a un compañero y me tiraron gas”, denunció una reportera gráfica al móvil de C5N.

Por su parte, la plataforma Página 12 refirió que “un canto se escuchó esta tarde a las 17, cuando un grupo de hinchas de Chacarita se sumaron a la ronda de los miércoles de los jubilados en el Congreso. La presencia de hinchas, organizaciones y sindicatos evitó que el megaoperativo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, finalice en otra vez en una brutal represión; pero se volvió a repartir palos y gasear a trabajadores de prensa y jubilados.

“Los que están acá podría ser mi papá, mi abuelo, mi tío y se merecen nuestro acompañamiento. Necesitamos que vengan de otros clubes, somos todos laburantes, todos lo que quieren participar tienen que venir. Pegarle a un jubilado es lo más bajo que puede haber para la política y no sirve para el futuro del país”, valoró uno de los hinchas de Chacarita presentes

Asimismo, el aumento de la represión del operativo antipiquete contra los jubilados se ha profundizado, desde que fines de agosto el Gobierno se opuso a Ley Jubilatoria que aseguraba un aumento de los haberes que acompañe la realidad inflacionaria del país.

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