El magnate neoyorquino argumentó que Estados Unidos está pagando más que China al organismo mundial, de lo cual no ofrece evidencia contrastable con datos del organismo.

Dentro del casi centenar de órdenes emitidas después de su investidura, el presidente entrante de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el inicio del proceso para poner fin a la membresía de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Se trata de una acción que el magnate ya había realizado en su anterior mandato y no sorprende precisamente; no obstante, varias figuras y entidades han reaccionado con preocupación por las implicaciones que puede tener la medida en la financiación de labores humanitarias necesarias en todo el mundo.

La entidad humanitaria lamentó la decisión del presidente estadounidense de separar a un país fundador de la OMS: «Durante más de siete decenios, la OMS y Estados Unidos han salvado innumerables vidas y protegido a los estadounidenses y a todas las personas de amenazas para la salud», dijo Tedros Adhanom, jefe del organismo.

Por su parte, la Unión Europea manifestó preocupación por la decisión del gobierno norteamericano y anunció que espera una revisión por parte de Washington, dijo la portavoz de la Comisión Europea (CE), Eva Hrncirova.

La vocera enfatizó la necesidad de colaborar a nivel internacional a fin de ser «resilientes frente a las amenazas globales en el ámbito de la salud». La comisión exhortó a los socios y miembros a posibilitar una financiación predecible y flexible.

China es otro de los países que ha reaccionado ante la medida. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Guo Jiakun, aseguró que la OMS desempeña un papel central y coordinador en la gobernanza de la salud global, por lo cual no debe debilitarse.

“China continuará apoyando a la OMS en el cumplimiento de sus responsabilidades, profundizando la cooperación internacional en salud pública, mejorando la gobernanza de la salud global y promoviendo la construcción de una comunidad de salud compartida para la humanidad”, aseguró Guo respecto a la voluntad de su nación.

Para justificar su medida, Trump alega que la OM estafa al país, en clara muestra de que sus decisiones están guiadas por el interés financiero y no el humanitario. El mandatario arremete contra un organismo internacional que interviene en países en conflicto para garantizar ayuda a partir de los derechos humanos.

Anunció que «suspende la transferencia futura de fondos, apoyo o recursos del Gobierno de Estados Unidos a la OMS» y va a retirar y reasignar al personal cuando se identifiquen otros organismos que asuman las actividades que hace la OMS.

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