La presidenta Claudia Sheinbaum no reveló detalles acerca de la reunión que mantuvo con miembros de su gabinete.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tuvo el lunes un encuentro con miembros de su gabinete para discutir el asunto migratorio, en medio de la deportaciones masivas de migrantes en Estados Unidos después del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca.

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Pese a que la reunión en el Palacio Nacional tuvo lugar a puerta cerrada, se reveló que la presidenta convocó a Francisco Garduño, quien todavía es el director del Instituto Nacional de Migración (INM), junto con Sergio Salomón Céspedes, que se prevé asuma la dirección del Instituto.

Juan Ramón de la Fuente, jefe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, también habrían participado en la reunión privada.

Aunque la presidenta no reveló detalles acerca de la reunión que mantuvo con miembros de su gabinete, sí difundió un video en el que sostiene que hay un grupo de trabajo que trata asuntos relacionados con la migración.

En su cuenta oficial de la red social X, Claudia Sheinbaum expresó: “México mantiene comunicación y trabaja con el Gobierno de Estados Unidos. Debe prevalecer el diálogo y el respeto a la soberanía”.

Dentro del contexto de la crisis migratoria y frente a las medidas de Donald Trump contra los migrantes, México acogió a cerca de 4.000 migrantes deportados, principalmente mexicanos, durante la primera semana del mandato del republicano, según informó Claudia Sheinbaum.

Pese a que la legislación mexicana garantizó que no constituye un “incremento sustantivo”, el Gobierno de México declaró estar preparado para colaborar con Estados Unidos en la deportación de sus ciudadanos.

“Del 20 al 26 de enero se han recibido 4.094 personas, la gran mayoría de ellas mexicanas (…) Hasta ahora no ha habido un incremento sustantivo”, expresó Sheinbaum.

Asimismo, frente a las amenazas concretas de Trump, los militares de México progresan en la edificación de nueve refugios en zonas fronterizas para acoger a compatriotas expulsados ​​desde el territorio de Estados Unidos.

Luego de que Donald Trump regresó a la Presidencia, autorizó las redadas contra migrantes, a quienes anticipó que se detendrían en iglesias, escuelas e incluso en hospitales.

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