El presidente colombiano, Gustavo Petro, arguyó este viernes unas declaraciones donde sentenció, el reclutamiento forzado de menores por grupos irregulares armados en el departamento del Cauca como un «delito de lesa humanidad». 

En una alocución, el mandatario expresó su preocupación por la situación, señalando que «350 niños reclutados de los grupos indígenas es un acto inhumano que debe ser condenado conforme al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional».

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Petro destacó la gravedad de la situación al afirmar que los niños no son combatientes, sino rehenes, y que la población vulnerable se ve obligada a sumarse al narcotráfico ante la falta de respuesta del Estado. 

El presidente colombiano advirtió que el narcotráfico se aprovecha de la población, convirtiendo a los niños en escudos humanos contra las operaciones militares del Estado.

Ante esta realidad, el Gobierno y el Ejército colombiano se ven compelidos a emprender medidas radicales para proteger a las comunidades vulnerables y combatir los grupos armados que perpetúan estos actos criminales. 

Petro enfatizó la necesidad de abordar las raíces del problema social y económico que subyacen a la violencia en la región, proponiendo una estrategia que integre el brazo social de las Fuerzas Armadas para mejorar las condiciones de vida de la población rural y de los barrios populares.

El presidente colombiano instó a una respuesta integral y coordinada para enfrentar esta crisis humanitaria, asegurando que las fuerzas militares tienen el deber de proteger a los ciudadanos y de trabajar en pro de la justicia social. 

En este contexto, Petro reiteró su compromiso con una ofensiva con un enfoque social que busque erradicar las causas profundas de la violencia y proteger a los más vulnerables en el departamento del Cauca.

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