El primer ministro libanés, Nawaf Salam, advirtió este sábado que la reanudación de la guerra israelí en el sur del Líbano podría desencadenar otra guerra con consecuencias devastadoras para los habitantes del país.

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Su declaración se produce después de que el Ejército israelí afirmara haber interceptado supuestamente tres lanzamientos de proyectiles desde el Líbano.

Ningún grupo ha asumido la autoría de esos nuevos lanzamientos, que fueron seguidos por disparos artilleros hacia varias localidades del sur del Líbano, donde una persona murió y otras resultaron heridas, según la agencia nacional de noticias libanesa, NNA.

Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá) negó en un comunicado «cualquier conexión con el lanzamiento de cohetes desde el sur del Líbano hacia los territorios palestinos ocupados».

Hezbolá subrayó que «las acusaciones del enemigo israelí se inscriben en el contexto de pretextos para continuar sus ataques contra el Líbano, que no han cesado desde que se anunció el alto el fuego».

Enfatizando que solo el Estado tiene el poder de decidir la guerra y la paz, Salam llamó al ministro de Defensa Nacional, el Mayor General Michel Menassa, y destacó la necesidad de tomar todas las medidas de seguridad y militares necesarias.

El premier libanés también contactó con la Representante Personal del secretario general de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, para instar a las Naciones Unidas a intensificar la presión internacional sobre Israel para que se retire completamente de los territorios libaneses ocupados.

Esta ocupación constituye una violación de la Resolución 1701 de la ONU y de los acuerdos para el cese de hostilidades aprobados por el gobierno anterior en octubre pasado, a los que el Líbano se ha comprometido, refirió Salam.

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