Seguidores del presidente destituido de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, acudieron este jueves a los alrededores de su residencia en Seúl para oponerse a que sea detenido y llevado a interrogatorio, en medio de la investigación en su contra por la declaración en diciembre pasado de la ley marcial.

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La Oficina de Investigación de la Corrupción de Funcionarios de Alto Rango solicitó una orden para detener a Yoon luego de que este ignoró tres citaciones para concurrir a un interrogatorio.

Según estimaciones policiales, hasta las inmediaciones de la residencia se han desplazado cerca de 11.000 personas, aunque las fuerzas del orden pusieron en marcha un dispositivo de seguridad y se mantienen dispersándolos.

De acuerdo con reportes, los manifestantes ondean banderas surcoreanas y estadounidenses, y elogian al presidente electo de EE.UU., Donald Trump. Algunos portan pancartas que acusan al líder de la oposición, Lee Jae-myung, de ser un espía de Corea del Norte.

La Policía dispersó a alrededor de 30 que se tumbaron al suelo para impedir que las fuerzas del orden lleguen hasta la residencia de Yoon.

La orden de detención del mandatario destituido fue emitida por el Tribunal del Distrito Occidental de Seúl, por los cargos de planear y organizar la declaración de la ley marcial, así como por orquestar una insurrección y abusar de su poder.

Este miércoles, Yoon envió un mensaje a sus seguidores y les prometió que luchará hasta el final para proteger el país. El mandatario declaró estado de excepción el 3 de diciembre pasado. Días después, el 14, fue destituido por la Asamblea Nacional.

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