Rubby Pérez: una historia en la historia dominicana

Hacia 2006 teleSUR fue a su encuentro en República Dominicana y en entrevista
ratificó su cariño por Venezuela.

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Con él se pierde la voz más alta del merengue dominicano actual, con él se pierde una vida proba y plena de talento, se pierde la bisagra familiar y la República Dominicana, El Caribe y Latinoamérica pierden a un emblema musical con la pureza de un rubí.


10 de abril de 2025 Hora: 02:22

Un Rubí. Siempre lo pareció por esa inmensa capacidad de absorber su historia, su música, su propia alegría de vivir y devolverla intacta reflejada en la naturaleza de su sentir dominicano, y dominicovenezolano, como también se autocalificaba de tanto amor que Venezuela le prodigó… y él a ella.. Sí, fue y seguirá siendo un Rubí, precioso, de altísimos quilates, solo que le llamábamos Rubby, como lo bautizó su abuela materna allá en su pueblo natal. Estaba disfrutando de su vuelta feliz a los escenarios dominicanos. Apenas el 25 de marzo, hace menos de un mes se le tributaba un homenaje en el marco de la edición 40 de los Premios Soberano, lo más alto en materia de premiaciones en la República Dominicana, premios que antes se llamaron Casandra Damirón. Rubby fue a recibir la ovación de todos los dominicanos al plantarse con su orquesta y ese repertorio inolvidable, sobre todo en su inconfundible voz, considerada la más alta de su tierra.

Atrás quedaba el dolor de la fractura de su pierna derecha, que a los 15 años, prematuramente, echó por tierra su sueño de ser un grande liga del beisbol. Es que Dios está arriba y ve mucho mejor que sus mortales hijos. ¿Quién le iba a decir a este entonces muchacho del Caribe quisqueyano que no sería el bate (a lo Sammy Sosa) sino la guitarra?, ¿Que no sería el grito de Jonrón sino el de “Volveré, Volveréeee”? Como bien dice el productor dominicano Alexis Méndez, de la emisora de internet Música Maestro, “Rubby era un ser humano primero feliz, no tenía amarguras en su alma, y también era un caballero. Si había una persona que uno pudiera decir que era buena gente ese era Rubby Pérez”.

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Nació un 8 de marzo de 1956 para partir también en 8, este 8 de abril de 2025 cuando recién cumplió 69 años.

El hijo de Francisco y Modesta, luego de las circunstancias que le privaron de su sueño deportivo comenzó sus pasos en la música.

El Conservatorio Nacional de Santo Domingo fue buena escuela para él, pero también lo fueron diferentes agrupaciones por las que pasó destacándose siempre por su carisma y su voz. Así le llegó a Fernandito Villalona y a Los Hijos del Rey para que luego Wilfrido Vargas intuyera la joya que llegaba a la música dominicana y lograra llevarlo a su orquesta. Y esa fue una etapa de gloria para ambos.

Comenzó entonces a ser visto internacionalmente y el continente lo recibió con ovaciones. Venezuela fue una casa para él, con cada gira y con cada asiento porque también residió en este país y lo disfrutó al máximo.

El Africano

Solía contar historias cuando se montaba en el techo de su casa (hacia 1988) y llamaba para Radio Rebelde, en La Habana, donde esta periodista mantenía el programa madrugador “Club Caribe”. Lo sacábamos al aire y Rubby conversaba con el público cubano y era una delicia escucharle hablar de la historia del merengue, de su actualidad, de la música de Cuba e inclusive de la historia de personajes que marcaron políticamente la identidad dominicana, Caamaño entre ellos. Era serio hablando de historia porque sabía que aunque su campo era el merengue no olvidaba, como siempre decía, que el merengue era el ADN de la República Dominicana, con la carga que implicaba.

En esa parte sociológica siempre hizo yunta con Wilfrido Vargas.

Volveré

No era Rubby Pérez un merenguero más. Transitaron juntos una etapa donde Wilfrido Vargas, ya conocido como músico, arreglista, director de orquesta, además de trompetista, se convirtió en una opción de merengue frente al estilo de Johnny Ventura y también frente al merengue a lo tradicional de Joseíto Mateo o el Trío Reynoso, siendo Wilfrido incisivo con planteamientos políticos y sociales de los que no abdicó aunque ello supusiera alguna censura para él, algo que afortunadamente no ocurrió: los tiempos habían cambiado políticamente en su país. Pero además de esa parte social, esa orquesta donde militó Rubby Pérez implicaba otro ritmo dentro del ritmo. Fue vertiginoso y permitió renovar algunas características musicales dominicanas. Un tema, “Volveré” le dio voltereta completa a la vida de Rubby Pérez, a la de Wilfrido y su orquesta y a la musicalidad dominicana.

Volveré

“Volveré”, en 1984 con la producción de otro coloso, Ramón Orlando Valoy (hijo de Cuco) dio alegría de más al merengue y mostró al Caribe que había rítmica para rato en Quisqueya. «Para que no me olvides», «El hombre divertido», «El funcionario» hicieron parte de ese periplo de 5 años hasta que Rubby decidió organizar su orquesta y buscar horizontes propios.

Y eso ocurrió en 1987 cuando después de un período de mucha preparación lanzó al publico el tema “Buscando tus besos”, un éxito de dimensiones colosales. Con igual solvencia sonaron «Cobarde, cobarde» y «Saca la mano Antonio». Que le multiplicaron las giras y presentaciones. Comenzando la década de los 90, Rubby Pérez quiso buscar otros aires y el país escogido fue Venezuela, donde se le recuerdan sus ocurrencias, presentaciones en TV, visitas radiales y grabaciones. Las anécdotas con muchos músicos venezolanos son una celebración de la fraternidad. Fue feliz. Pocos años después retornó a Quisqueya para luego saltar hacia Estados Unidos, trabajar exitosamente y retornar a Santo Domingo donde en 2004 se alzó con un premio Casandra (hoy Soberano) por su álbum “Tonto corazón”.

Buscando tus besos. Con su orquesta

Hacia 2006 TeleSUR fue a su encuentro en República Dominicana y en entrevista ratificó su cariño por Venezuela, y expresó la importancia de estudiar las historias patrias para saber por donde se camina hacia el futuro.

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Jet Set

Ah Malhaya un local con nombre no dominicano o castellano. Un sitio que ya tenía amenaza de quiebre luego de un incendio en 2023, con el cual no se tomaron posteriores medidas correctivas como una demolición de lo dañado. A esas estructuras con lesiones se le encimaron equipos de Aire, Plantas eléctricas y de otras categorías. La prensa dominicana habla del alerta que enviaban los vecinos a los dueños de la discoteca, pero no hubo otra reacción que abrir otros locales en Estados Unidos. Así llegó la gran fiesta del lunes 7 de abril en ese local que culminó con una tragedia de proporciones nunca vistas en la República Dominicana. Más de 100 personas felices, que conversaban, bailaban, comían … o cantaban perdieron la vida como consecuencia de la desidia, según las denuncias que comienzan a aparecer en los medios de Quisqueya. Rubby Pérez fue una de esas víctimas.

Con él se pierde la voz más alta del merengue dominicano actual, con él se pierde una vida proba y plena de talento, se pierde la bisagra familiar y la República Dominicana, El Caribe y Latinoamérica pierden a un emblema musical con la pureza de un rubí. En su voz temas como “Buscando tus besos”, “Saca la mano Antonio”, “El Africano”, “Hazme olvidarla”, “Enamorado de ella” y muchos mas serán emblema de cariño hacia el músico que ha partido de forma trágica.

Ya hay actos de sepultura y velatorios, pero Quisqueya aguarda con dolor el momento de acercarse a su ídolo para cantarle “Volveré”.

Pero es que Rubby Pérez en verdad no se ha ido…

Autor: teleSUR - Lil Rodríguez