Tras varios días de intensos combates de las Fuerzas Armadas de Rusia en Kursk, el Ministerio de Defensa de esa nación informó que las tropas de Kiev, incluidas algunas de sus brigadas más pesadas, continúan retirándose hacia la región ucraniana de Sumy.

Durante las últimas 24 horas los militares rusos recuperaron otras seis localidades, expulsaron a las formaciones ucranianas de Zaoléshenka, Goncharovka y Podol, y tomaron el control de la mayor parte de la ciudad de Sudzha, donde izaron el pabellón nacional en varios puntos, incluido el centro de dicha ciudad y el edificio de la Administración.

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A través de su canal en Telegram, la cartera precisó que “durante las operaciones ofensivas, las unidades del grupo de fuerzas del Norte liberaron los asentamientos de Kazachya Loknya, 1.º Knyazhiy, 2.º Knyazhiy, Zamostye y Mirny”.

Asimismo, la Defensa aérea rusa dañó la fuerza pública y el material del enemigo en las zonas de los asentamientos de Gornal, Zamostye, Kolmakov, Martynovka, Makhnovka, Mirny, Mikhailovka, Rubanshina, así como en Basovka, Belovody, Vodolaghi, Zhuravka, Miropolye, Yunakovka y Yablonovka, en la región de Sumy.

El líder del régimen de Kiev, Volodymir Zelenski, dejó entrever la retirada durante una conferencia de prensa: “Los (militares) rusos intentan presionar al máximo a nuestras tropas. Los mandos militares (ucranianos) hacen lo que tienen que hacer para proteger al máximo la vida de nuestros soldados”, dijo.

Incluso medios occidentales se han hecho eco de la noticia, que alcanza mayor notoriedad si se tiene en cuenta que Zelenski quiso utilizar la invasión de Kursk como naipe para presionar a Rusia y obligarla a aceptar sus condiciones en una hipotética negociación para solucionar el conflicto.

El 25 de febrero pasado, ataques precisos de drones rusos destruyeron decenas de vehículos ucranianos en la carretera principal hacia Sudzha, base logística clave de las fuerzas ucranianas en la referida provincia rusa.

En estos momentos los efectivos rusos controlan la mayor parte de esta localidad y la están limpiando de soldados ucranianos.

El Ejército ucraniano invadió Kursk en agosto de 2024 y capturó cientos de kilómetros cuadrados. Sin embargo, nunca logró asegurar un asentamiento defendible al otro lado del río Snahist, en el extremo occidental del saliente.

Tras intensos combates en la región rusa, las Fuerzas Armadas de Ucrania han perdido más de más de 66.810 militares, 392 tanques, 314 vehículos de combate de infantería, 275 vehículos blindados de transporte de personal, 2.191 vehículos blindados de combate, 2.411 vehículos, 545 piezas de artillería, entre otros equipos.

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