Esta acción forma parte de una serie de operaciones militares que han permitido a Rusia recuperar territorios clave en la zona fronteriza con Ucrania.

En un avance significativo en la región de Kursk, el grupo de batalla Norte de las Fuerzas Armadas de Rusia tomaron el control de los asentamientos de Zaoleshenka y Rubanshchina durante las últimas 24 horas, así lo notificó este sábado un comunicado del Ministerio de Defensa ruso en su canal de Telegram.

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El Ministerio de Defensa destacó que las Fuerzas Armadas de Ucrania han sufrido pérdidas sustanciales en la zona, con más de 67.600 militares perdidos durante los combates. En el último día, las bajas de Kiev incluyeron más de 220 soldados, un tanque, un vehículo de combate de infantería, un vehículo blindado, cuatro vehículos, dos cañones de artillería, dos morteros, un puesto de control de drones y un depósito de municiones.

La liberación de estas localidades es crucial para Rusia, ya que refuerza su control sobre la región de Kursk, un área estratégica que ha sido escenario de intensos combates desde la incursión ucraniana en agosto de 2024. La recuperación de territorios como Sudzha, la ciudad más grande que Ucrania había ocupado en la región, ha sido vista como un importante logro simbólico para las fuerzas rusas.

Además de los avances militares, las tropas de ingeniería rusas han comenzado a desminar las zonas fronterizas de la región de Kursk. Este proceso es esencial para restaurar la infraestructura y permitir el restablecimiento de la vida pacífica en la zona.

En este contexto, el presidente ruso, Vladimir Putin, reiteró su llamado a las tropas ucranianas en Kursk a deponer las armas, asegurando un trato digno a aquellos que se rindan. En tanto, aclaró que cualquier medida de clemencia requeriría una orden explícita del liderazgo ucraniano. Putin hizo estas declaraciones después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, le solicitara perdonar a las fuerzas del régimen de Kiev rodeadas en la región.

La situación en Kursk sigue siendo tensa, con el Kremlin advirtiendo que el tiempo se agota para que las tropas ucranianas depongan las armas. La liberación de Rubanshchina y Zaoleshenka marca un paso más en la estrategia rusa para asegurar el control total de la región, mientras que las conversaciones diplomáticas continúan en busca de una solución al conflicto en Ucrania.

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