“Sabemos que Occidente utiliza diversas razones para organizar “revoluciones de color” e intenta reemplazar gobiernos legítimos», sostuvo Nikolai Patrushev.

El jefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, denunció este viernes que no disminuye el nivel de injerencia del Gobierno estadounidense en los asuntos soberanos de Venezuela, tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.

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Durante una entrevista concedida al diario ruso Izvestia, el también asistente del presidente ruso, sostuvo que Estados Unidos (EE.UU.) intenta atizar conflictos en el exterior, de conjunto con el Reino Unido, al referirse además a la situación de Bangladesh.

“Sabemos que Occidente utiliza diversas razones para organizar “revoluciones de color” e intenta reemplazar gobiernos legítimos con políticos formados en el extranjero y obedientes a Washington. (…) El nivel de interferencia estadounidense en los asuntos soberanos de Venezuela no está disminuyendo”, afirmó Patrushev.

Как страны Запада пытаются устраивать «цветные революции», рассказал помощник российского лидера Николай Патрушев????: https://t.co/HX0ofp7IkV

— Профиль (@profile_journal) August 16, 2024

De igual manera, destacó que en Serbia también Occidente pretendió organizar una revolución de color y sustituir al Gobierno legítimo de esa nación por políticos que respondieran a los intereses de EE.UU.

Asimismo, sostuvo que los países occidentales están causando disturbios en otras regiones. En ese sentido, denunció que Occidente usa a Suecia y Finlandia para privar a su país del acceso al Mar Báltico, convirtiéndolo en el “mar interior” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

“Occidente está tratando de privar a Rusia del acceso al Mar Báltico, convirtiéndolo en un “mar interno” de la Alianza, utilizando los países recién formados de la OTAN: Suecia y Finlandia. Los occidentales están implementando activamente una estrategia para inmovilizar a Rusia en el Mar Negro, donde la OTAN se está preparando para aumentar su presencia en violación de la Convención de Montreux”, precisó.

Sobre la participación estadounidense en la entrada de Ucrania al territorio ruso de Kursk, Patrushev sostuvo que sin el apoyo directo del Gobierno de esa nación, eso no habría ocurrido.

“Los países de la OTAN inflaron a Kiev con armas, instructores militares, suministraron constantemente inteligencia y controlaron las acciones de los neonazis. La operación en la región de Kursk también fue planificada con la participación de la OTAN y los servicios de inteligencia occidentales. Esta acción criminal fue causada por una premonición del inevitable colapso del régimen neonazi de Kiev”, indicó.

De igual manera, subrayó que “las mentiras y las provocaciones son acompañantes habituales de la política de Washington y otros países occidentales”.

Patrushev denunció que “actualmente, por el “bien” de los intereses estadounidenses, los residentes de Ucrania están sufriendo, lo que Estados Unidos ha convertido de un Estado en un proyecto militar antirruso”.

También indicó que Rusia “es partidaria del desarrollo pacífico del Ártico y es hora de que los países occidentales comprendan que, en términos de su potencial ártico (tanto militar como civil), Rusia está muy por delante no sólo de Estados Unidos, sino de todos los estados árticos juntos”.

De igual modo, precisó que entre las prioridades del desarrollo de la Armada rusa, figura la construcción de equipos navales submarinos y de superficie no tripulados.

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