El Ministerio añadió que este procedimiento pone en juego los intereses de los aliados europeos de Estados Unidos.

Las medidas agresivas de Estados Unidos (EE.UU.) no serán ignoradas y se considerarán al diseñar la estrategia económica internacional de Rusia, sostuvo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en su declaración sobre las recientes sanciones contra el país por parte de Washington.

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El Ministerio indicó que la elección de la Administración de EE.UU. de establecer restricciones contra el sector energético ruso en su totalidad y una serie de grandes corporaciones, incluyendo sanciones personales contra sus líderes y contra empleados del Ministerio de Energía ruso, “es un intento de infligir al menos algún daño a la economía rusa, incluso a costa de desestabilizar los mercados mundiales antes del final del inglorioso mandato del presidente Joe Biden”.

“Por supuesto, las acciones hostiles de Washington no quedarán sin respuesta y se tendrán en cuenta durante el cálculo de nuestra estrategia económica exterior», declaró el Ministerio. «Seguiremos ejecutando los grandes proyectos de extracción de petróleo y gas, así como la sustitución de importaciones, la prestación de servicios relacionados con el petróleo y la construcción de centrales nucleares en terceros países”. 

La dependencia indicó que Rusia ha sido y continúa siendo un agente crucial y confiable en el mercado global de combustibles, “a pesar de las convulsiones en la Casa Blanca y las maquinaciones del lobby rusófobo en Occidente, que pretende arrastrar al sector energético mundial a la guerra híbrida, que EE.UU. ha iniciado contra Rusia”.

Además, enfatizó que, en medio del “fracaso de la apuesta de Washington por la derrota estratégica de Moscú y la presión de las sanciones, que pretendía socavar la economía rusa, que no sólo ha sobrevivido, sino que sigue desarrollándose a pesar de la presión económica externa sin precedentes, los esfuerzos del equipo saliente de la Casa Blanca pretenden complicar u obstruir cualquier vínculo económico bilateral, incluso para las empresas estadounidenses”.

La cancillería añadió que este procedimiento pone en juego los intereses de los aliados europeos de Estados Unidos, que deben renunciar a los recursos estadounidenses, más costosos e inusuales, además de los intereses de su propia población, que en la actualidad padece los incendios forestales en California. Su perspectiva acerca de la elevación del precio del combustible, que antes tenía relevancia, puede ser totalmente desconsiderada.

«Por lo tanto, el próximo presidente, que no puede retirar las sanciones mencionadas sin la aprobación del Congreso, heredará tierra quemada, tanto en sentido literal como figurado», agregó.

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