La inolvidable experiencia de Berrios y de tres artistas más que se instruyeron en China durante un año ha quedado plasmada en la exposición «Memorias de un viaje», que se inauguró la víspera en la Biblioteca Nacional de El Salvador, ubicada en San Salvador (capital).

La talentosa joven salvadoreña Amelia Berrios nunca imaginó que, al inscribirse a un diplomado de pintura en El Salvador, tendría la oportunidad de culminar sus estudios en China, combinando su formación en pintura con una profunda inmersión en la milenaria tradición artística del país asiático.

«Fue un verdadero privilegio conocer y compartir vivencias con la población china. Todos fueron amables, pacientes y comprensivos que, aun cuando no hablábamos el mismo idioma, creamos lazos de amistad y encontramos la manera de comunicarnos», relató Berrios durante el inicio de la muestra.

Asimismo, mencionó que uno de los momentos que más disfrutó durante su estancia en China fue cuando tomó clases de pintura vivenciales en los alrededores de la provincia de Nanjing.

Las magníficas y coloridas piezas de Andrea Rosales, Daniel Echeverría y Daniela Solórzano también forman parte de la exhibición que representa la cúspide de los aprendizajes adquiridos, tanto en el Centro Nacional de Artes salvadoreño como en la Universidad de Nanjing.

En su oportunidad, el embajador de China en El Salvador, Zhang Yanhui, refirió que el montaje pictórico es una prueba del intercambio cultural que existe entre China y El Salvador.

Las obras, consideró Zhang, muestran vívidamente las costumbres sociales de China, «reflejando plenamente la amistad de los jóvenes salvadoreños con el pueblo chino».

«El encuentro de cultura es tan dulce y enriquecedor. Ha sido un gran motivo de alegría y satisfacción ver que los intercambios culturales entre los dos países se han profundizado muy rápidamente y la cooperación ha sido cada vez más fructífera entre China y El Salvador», expresó.

«El arte no tiene fronteras ni barreras de idiomas. El intercambio cultural es un medio importante para promover el diálogo entre los pueblos o el encuentro de las culturas; entonces, es necesario reforzar los lazos culturales para escribir nuevos capítulos de amistad entre El Salvador y China», agregó el diplomático chino.

Por su parte, el ministro de Cultura salvadoreño, Raúl Castillo, consideró que «Memorias de un viaje» es un testimonio del poder del arte como lenguaje universal, que invita a reflexionar sobre la riqueza que nace de la interconexión cultural.

«Los invito a disfrutar de esta exhibición que refleja un diálogo entre las tradiciones chinas y la interpretación contemporánea de los artistas. Cada pieza ofrece una perspectiva única en la que convergen el simbolismo y la estética oriental con una sensibilidad fresca y actual», dijo Castillo.

El ministro subrayó que la exitosa exposición «es muestra fidedigna» de la amistad y cooperación del pueblo chino con El Salvador.

Referente a los aprendizajes que adquirieron los artífices, Castillo se congratuló por la extraordinaria guía que docentes chinos especializados en artes brindaron a los educandos.

«Los artistas aprendieron nuevas técnicas y materiales como la pintura tradicional china, el diseño gráfico y un enfoque renovado en dibujo anatómico y la preparación del lienzo para óleo», concluyó.

La muestra, que estará abierta al público hasta el 28 de febrero, es promovida por la Embajada de la República Popular China y el Ministerio de Cultura de El Salvador y forma parte de las actividades culturales por el Año Nuevo Lunar chino, representado por la Serpiente de Madera.

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