La dirigencia de estos sectores firmó un documento extendiendo la solicitud al funcionario para que reconsidere la disposición, la cual definieron como una medida errónea, debido al riesgo que supone, pudiendo desencadenar una mayor caída en la producción industrial y el empleo: «Estas medidas no benefician al país; necesitamos políticas que fortalezcan nuestra industria». argumentó el presidente de la Cámara Algodonera Argentina (CAA), Carlos Almiroty.

Además de la solicitud, el documento emitido propone diversas alternativas al gobierno: En primer lugar, una reducción de impuestos para los productores nacionales y en segundo lugar, el diseño de una estrategia de integración comercial que permita competir en igualdad de condiciones con los productos importados, así como evitar la profundización de la caída de la producción industrial, la pérdida de empleo y beneficiar a los consumidores.

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Entre los principales firmantes del documento están las autoridades de las Cámaras de Algodonera Argentina, de la Industrial de la Indumentaria, la Federación Argentina de la Industria de la Indumentaria, la Cámara del Calzado y la Fundación ProTejer.

Por el lado de los sindicatos, se adhirieron al pedido la Asociación Obrera Textil (AOT), el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), el Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), la Unión de Cortadores de la Indumentaria (UCI). También firmaron el texto, unas 10 asociaciones industriales afiliadas a la Unión Industrial Argentina (UIA) de diversas provincias y regiones del país.

El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el 14 de marzo una reducción en los impuestos a la importación de indumentaria, calzado y telas, bajo el argumento de «disminuir los precios locales y aumentar la competencia». Con la medida, los aranceles pasaron de 35% a 20%, y al mismo tiempo, los gravámenes importadores sobre las telas cayeron de 26% a 18%; y de los distintos hilados de 18% a 12%, 14% y 16%, según el producto.

Este anuncio coincidió con la publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero de 2025, por parte del Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (INDEC), que arrojó una suba general del 2,4%. En ese contexto, el rubro “prendas de vestir y calzado” registró el menor incremento entre todos los sectores, con apenas un 0,4 por ciento.

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La reacción del sector empezó el lunes cuando la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA), emitió un comunicado en el que expresó la preocupación por la decisión y pidió un lugar en la agenda de Caputo para discutir una política alternativa.

Por su parte, la Unión Industrial Argentina (UIA), lamentó que “la agenda de integración comercial no este acompañada de una agenda de competitividad dentro del país”, al tiempo que destacó que las industrias textil y del calzado son dos de las que más empleo crean en el país.

El documento hace un llamado urgente al gobierno para priorizar políticas que protejan a las industrias nacionales. “No podemos permitir que decisiones apresuradas destruyan años de esfuerzo e inversión local”, concluye el texto. Con esta solicitud, el sector busca no solo sobrevivir a la crisis actual sino también sentar las bases para un desarrollo sostenible que beneficie a todos los argentinos.

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