La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, elogió este lunes al Papa Francisco como un líder humanista cuyas encíclicas abordan la protección ambiental y critican el neoliberalismo, mientras la Santa Sede informó que su estado de salud, aunque frágil, muestra signos de estabilidad tras una noche de reposo.

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Durante su habitual conferencia matutina, Sheinbaum subrayó que el Sumo Pontífice argentino ha impulsado una visión progresista que «resuena con muchos», destacando dos de sus encíclicas más emblemáticas. «Una dedicada a nuestra casa común, hablando de la protección a la naturaleza, algo muy progresista. Y la otra es una reflexión sobre lo que representó el neoliberalismo, y lo dice tal cual», afirmó la mandataria, en referencia a Laudato Si (2015), centrada en la crisis climática, y Fratelli Tutti (2020), que critica los excesos del sistema económico global.

La presidenta mexicana recordó un pasaje de una de estas encíclicas durante un encuentro con el Episcopado: «habla del consumismo y de cómo se perdió la esencia de la humanidad con ese sistema». Agregó que, pese a la oposición de sectores conservadores dentro de la Iglesia, el Papa «representa mucho para la humanidad, más allá incluso de la religión católica».

Sheinbaum no evitó señalar la resistencia que enfrentan las ideas de Francisco dentro de la institución religiosa: «todos los que defienden otra visión de la Iglesia están en contra de él, lo que es terrible. Pues es que serían cristianos, ¿no?». No obstante, hizo hincapié en la importancia de evitar la confrontación, «no se le debe desear mal a nadie, aunque sea tu adversario».

La mandataria también expresó sus deseos de pronta recuperación para el pontífice, hospitalizado desde la semana pasada: «le enviamos nuestro deseo de que se reponga muy pronto. Su impacto trasciende lo religioso y es significativo para todos».

Mientras tanto, la Oficina de Prensa del Vaticano emitió este 24 de febrero un nuevo boletín médico. Tras una noche en la que «durmió y descansó», el Papa Francisco continúa bajo observación en el Policlínico Gemelli de Roma. Según el informe, aunque su condición sigue siendo «delicada», no enfrenta crisis respiratorias y su estado de ánimo es «bueno».

El reporte detalló que se le administra oxígeno y que sus valores sanguíneos han mejorado gracias a transfusiones, aunque persiste una «insuficiencia renal inicial y leve». El domingo 23 de febrero, la Santa Sede ya había alertado sobre la gravedad de su salud, marcada por una infección respiratoria y complicaciones renales, propias de su edad avanzada (88 años).

Desde su elección en 2013, Francisco ha sido crítico con la desigualdad económica, el cambio climático y las políticas migratorias inhumanas, posicionándose como un referente ético incluso para líderes no católicos. Su hospitalización, la más larga de su pontificado, reactiva debates sobre su sucesión, pero también refuerza el llamado a reflexionar sobre el legado de un hombre que, como destacó Sheinbaum, ha convertido su fe en un puente hacia la justicia social.

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