Sobreviviente relata la masacre de Eldorado do Carajás: La pista estaba cubierta de sangre

Hace 29 años, el estado de Pará fue escenario de una masacre que dejó 21 campesinos muertos, un crimen que aún simboliza la brutal represión contra la lucha por la tierra.

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MST renueva cada año el memorial como símbolo contra la impunidad y por la reforma agraria. Foto: EFE.


18 de abril de 2025 Hora: 15:20

El 17 de abril de 1996, 155 policías militares ejecutaron una operación brutal contra campesinos sin tierra en la Curva do S, asesinando a 21 trabajadores rurales en Eldorado do Carajás, sur de Pará. La represión, ordenada por el gobierno estatal, buscaba desalojar una protesta pacífica del MST, pero terminó en una de las mayores masacres de la historia reciente de Brasil.

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María Zelzuta, sobreviviente de 60 años, relata con crudeza el horror de ese día: familias enteras atrapadas en un tiroteo cruzado, cuerpos caídos sobre el barro ensangrentado. A casi tres décadas del crimen, ella sigue en la primera línea de la lucha por la reforma agraria, honrando a quienes no lograron ver la tierra prometida.

Aunque dos comandantes policiales recibieron condenas simbólicas décadas después, los 155 agentes involucrados nunca enfrentaron la justicia. Para el MST, la liberación anticipada de los responsables confirma la complicidad del Estado con la violencia terrateniente en el campo.

La masacre convirtió el 17 de abril en el Día Internacional de la Lucha Campesina e inspiró el Campamento Pedagógico Oziel Alves, donde jóvenes reconstruyen la historia. En la Curva do S, lo que fue escenario de muerte hoy es símbolo de resistencia: «Transformamos la S de la sangrienta en S de los sueños», afirma una joven militante.

Frente a la impunidad, el MST responde con ocupaciones masivas, como el campamento Tierra y Libertad, donde 5 mil familias exigen reforma agraria en la misma región de la masacre. «La justicia no vendrá de los tribunales, sino de la organización popular», sentencia María Raimunda, dirigente del movimiento.

Cada año, los nombres de los mártires son repintados en el memorial de la Curva do S, mientras nuevas generaciones toman su lugar en la lucha. «No enterramos solo cuerpos; plantamos semillas de dignidad», dicen los carteles que rodean las cruces clavadas en el suelo rojo de Pará.

Autor: teleSUR: - bh- LL

Fuente: @AndreteleSUR - www.mst.org.br - Agencias