La Fiscalía imputó al exmandatario el permitir que el Ejército disparara para infiltrarse en el Parlamento.

Las autoridades de Corea del Sur solicitaron a la Corte Nacional una orden de detención contra el presidente del país, Yoon Suk-yeol, cuyas funciones fueron interrumpidas tras un voto parlamentario a favor de su destitución el pasado 14 de diciembre, comunicó el Departamento de Investigaciones Anticorrupción.

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El grupo de investigación compuesto por representantes del departamento correspondiente, junto con integrantes de la Policía y el Ministerio de Defensa, tiene como objetivo examinar las circunstancias de la implementación de la ley marcial por el líder del Estado surcoreano. En este contexto, se sospecha al mandatario de tratar de coordinar un golpe de Estado y podría enfrentarse a un juicio por sedición o alta traición.

El 29 de diciembre, el destituido presidente no respondió por tercera vez a una convocatoria del Departamento de Investigaciones Anticorrupción para ser interrogado. De acuerdo con la práctica legal, se considera que la tercera citación es la última antes de pedir una orden de arresto.

Previamente, la Fiscalía imputó al exmandatario de permitir que el Ejército disparara para infiltrarse en el Parlamento, con el objetivo de aplicar la medida. El 3 de diciembre pasado, el destituido mandatario de Corea del Sur intentó proclamar la ley marcial, pero la Asamblea Nacional votó por separarlo del cargo.

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